Biomagune abre sus puertas con afán innovador en el área de los biomateriales
El Centro de Investigación Cooperativa en Biomateriales CIC Biomagune que se inaugurará hoy en el Parque Tecnológico de Miramón, invertirá todo su esfuerzo en el área de la nanobiotecnología. Desarrollar nanopartículas capaces de evitar que el virus del sida acceda a un cuerpo humano o que sean capaces de reconocer una célula cancerosa y de dirigir el fármaco a esa diana específica, son algunas de las aplicaciones posibles con las que sueñan los científicos.
DONOSTIA
«Investigación académica en la frontera del conocimiento». Este será el área de trabajo en el que se moverá el centro CIC Biomagune, que se inaugurará oficialmente hoy en el Parque Tecnológico de Miramón. El Centro de Investigación Cooperativa en Biomateriales no se dedicará, por tanto, a perfeccionar lo que ya se conoce, sino que intentará abrir nuevas puertas en el amplio campo de los biomateriales. Así las cosas, el pionero centro llevará a cabo investigaciones en el ámbito de la nanobiotecnología que podrían ser útiles en la prevención y el diagnóstico de enfermedades como el sida o el cáncer.Biomagune abrirá hoy sus puertas con dos de sus tres unidades en marcha, la de nanomateriales funcionales y la de biosuperficies. En enero comenzarán las obras para la tercera unidad, la de la imagen molecular, que previsiblemente comenzará a funcionar a finales de 2007. Según explicó Manuel Martín-Lomas, director científico de Biomagune, el área de nanomateriales biofuncionales tratará de «preparar estructuras capaces de reconocer y de interaccionar con sistemas biológicos». Por ejemplo, el laboratorio de Martín-Lomas participa actualmente en el programa EMPRO de la Unión Europea, dirigido a desarrollar nuevos microbicidas capaces de bloquear la entrada del virus del sida a través de las mucosas. Martín-Lomas explicó que la idea de este proyecto europeo es «desarrollar nanopartículas que puedan combatir de un modo eficaz el virus del sida». Agregó asimismo que «tenemos resultados muy interesantes de nanomateriales que son capaces de reconocer el virus del sida y que pueden detener su expansión. Se podría decir que se trata de una terapía antiadhesiva, ya que esta ‘barrera’ que reconoce el virus del sida impide que se adhiera al cerebro». La llamada «terapia dirigida» es otra de las finalidades de las investigaciones de nanomateriales biofuncionales. El director científico de Biomagune explicó que trabajarán también «en el desarrollo de nanopartículas magnéticas que, con una buena química, se pueden funcionalizar para que reconozcan específicamente una célula tumoral un cáncer. Y se puede hacer tan buena que, además de reconocer la célula tumoral, pueda dirigir y trasladar el fármaco a esa diana específica». Por su parte, la investigación en el área de biosuperficies «se estima crucial en los próximos años en todo lo relacionado con la biocompatibilidad en implantes e ingeniería de tejidos», agregó Martín-Lomas.
Agentes de contraste
Según subrayaron los responsables del centro, el objetivo de Biomagune es realizar una «investigación básica» pero «orientada a estudiar fenómenos que pueden llevar a producir algo», lo que derivará en la generación de empresas. En este sentido, destacaron que actualmente desarrollan una línea de investigación «importante» sobre «agentes de contraste». Las investigaciones les han permitido desarrollar unas moléculas «nuevas» que «se comportan muy bien como agentes de contraste» en las resonancias magnéticas, y de las que ya han creado patentes. El objetivo es lograr que las resonancias puedan ser vistas con un mayor detalle para, por ejemplo, detectar en una etapa más temprana enfermedades como el cáncer o de cara a la aplicación de tratamientos. Precisamente, la futura unidad de imagen molecular que se prevé para 2008 permitirá investigar con animales en el ámbito de la resonancia magnética de imagen, en la que puede ser «una de las mayores infraestructuras en ese campo de la Unión Europea».
Excelentes investigadores y excelentes equipamientos
A.M.
DONOSTIA «La ciencia en el siglo XXI necesita excelentes investigadores y excelentes equipamientos». Son palabras del director general de los centros Biogune y Biomagune, José María Mato. Por ello, han realizado un gran esfuerzo para seleccionar personal de gran calidad, con preparación interdisciplinar que combina la química, la física y la biología. Actualmente, el centro cuenta con siete investigadores principales procedentes del Estado español, Alemania, Rusia, Canadá y Argentina, y unas 30 ó 40 personas trabajan en los equipos de estos científicos. Se prevé que cuando el centro funcione a pleno rendimiento, en 2008, contará con una plantilla de entre 80 y 100 personas. En cuanto a las instalaciones, la primera fase de Biomagune cuenta con 2.000 metros cuadrados distribuidos en tres plantas. Hasta el momento, el proyecto ha requerido una inversión de diez millones de euros, aportada por el Gobierno de Lakua y la Diputación de Gipuzkoa. En enero comenzarán las obras para la tercera unidad, la de imagen molecular, que comenzará a funcionar a finales de 2007 previsiblemente. Así las cosas, en 2008 el centro dispondrá de unos 5.000 metros cuadrados y habrá requerido una inversión total de 30 millones de euros, en la que también participará el Ministerio español de Industria. La Unidad de Imagen Molecular, actualmente en fase de diseño, nace con la vocación de convertirse en una de las mayores plataformas tecnológicas creadas hasta el momento en el campo de la imagen molecular a nivel europeo. Permitirá, por una parte, potenciar la capacidad investigadora de Biomagune y ofrecerá, además, una serie de servicios altamente especializados a centros de investigación, hospitales y empresas.
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