Hallado en la Antártida un fósil completo de la especie que idealiza al famoso Nessi
Un equipo científico argentino anunció ayer el hallazgo en la Antártida de un esqueleto fosilizado completo de un ejemplar joven de plesiosaurio, reptil marino que habitó en ese lugar hace casi setenta millones de años. Se trata de una especie conocida entre el público, recogida incluso en películas y libros infantiles.
GASTEIZ
Quienes siguen viviendo de la leyenda del monstruo del Lago Ness defienden que el invisible Nessi bien pudiera tratarse de un plesiosaurio y es que algunos dan credibilidad a la idea de que estos reptiles acuáticos carnívoros que no dinosaurios siguen entre nosotros, tratando de adivinar su presencia incluso en cadáveres descompuesto de alguna especie de tiburón. No un cadáver, pero sí un esqueleto fosilizado completo de un ejemplar joven de plesiosaurio ha sido hallado por un equipo científico argentino en la Antártida.«Los restos fósiles representan uno de los esqueletos de plesiosaurio más completos jamás hallados y sin duda es el mejor articulado es decir, con sus huesos unidos de todos los hallados en la Antártida», destacaron los científicos sobre una especie que ha sido reflejada en algunos libros infantiles y en películas como ‘‘Magic in the Water’’ (1995) o ‘‘Loch Ness’’ (1996), aunque nada tenga que ver con la criatura de largo cuello y dientes afilados que aparece en el clásico ‘‘King Kong’’ (1933). Estamos ante una de las especies fósiles más tempranas identificado por los paleontólogos, junto con el Mosasaurus y el dinosaurio Iguanodon. El primer espécimen correspondiente al género Plesiosaurus fue encontrado en 1821 por Mary Anning, en los depósitos de Oxford Clay, cerca de Lyme Regis, (Gran Bretaña). Se dice de ellos que se parecen a «una tortuga con una serpiente ensartada a través de su cuerpo», aunque carecían de caparazón. Los plesiosaurios de cuello largo se extinguieron hace más de 65 millones de años junto con los dinosaurios, tenían dos aletas que usaba como remos y que le permitían «volar en el agua», con un movimiento parecido al de los pingüinos. El ejemplar encontrado por esta expedición argentino-estadounidense, un elasmosaurio variedad de plesiosaurio, tenía 1,5 metros de largo, lo que denota que se trataba de un espécimen joven, pues un adulto de esta especie llegaba a medir unos diez metros. El esqueleto fósil fue hallado a una altura de 200 metros sobre el nivel del mar actual gracias a que la erosión de las areniscas marinas dejó al descubierto algunas vértebras. Los investigadores creen que una erupción podría haber causado la muerte del animal, pues durante las excavaciones se descubrieron varias capas de cenizas volcánicas con restos vegetales carbonizados intercalados en las capas de areniscas marinas que encerraban al ejemplar descubierto. Esto podría ser indicio de una caída simultánea de gran cantidad de árboles y plantas, por lo que tanto la explosión como la lluvia de cenizas pudieron haber matado al joven reptil marino.
Recientes descubrimientos
El hallazgo de plesiosaurios suele levantar mucha expectación. En 2002 fue presentado el bautizado como ‘‘Monstruo de Aramberri’’, localizado en 1982 en el pueblo mexicano que da sobrenombre el animal que en un principio se pensó que era un dinosaurio. Pero se trataba de un plesiosaurio muy grande, de unos 13-14 metros de largo, aunque al principio se le calcularon 25 metros y esa fue la referencia de la BBC en su aplaudido documental ‘‘Caminando entre dinosaurios’’.En 2004, un plesiosaurio joven intacto, de metro y medio de largo, fue descubierto en la Reserva Nacional Natural Bridgwater Bay en Gran Bretaña, por un pescador local, quien, se cuenta, corrió a consultar en una enciclopedia nada más encontrarlo. A falta de compararlo con el ahora presentado por científicos argentinos, era el espécimen mejor conservado de un plesiosaurio jamás descubierto.
La «gambada» de la gamba jurásica
J.V. GASTEIZ «Una ‘gamba’ Jurásica que se creía extinta desde hace 50 millones de años ha sido encontrada en aguas australianas». Era el titular de algunos de los periódicos que que se hacían eco estos días de un nuevo descubrimiento de nuestro prehistoria. Sin embargo, un vistazo a la recomendable bitácora de contenido paleontológico Paleofrak, pone los puntos sobre las íes y saca los colores a la habitual exageración periodística en determinados asuntos. «En realidad puntualiza el autor de esta web personal, de lo que se trata es de una especie actual, y no jurásica, de crustáceo, bastante corrientucha, que han llamado Neoglyphea neocaledonica, y que fue descubierta hace casi un año». Y es que ni siquiera el género Neoglyphea es jurásico. ¿Por qué entonces lo de la ‘gamba’ jurásica? Pues porque estos crustáceos pertenecen a un antiguo grupo taxonómico coetáneo del famoso Archaeopteryx. «¡Por fin aparece el Jurásico por alguna parte!», aclara Paleofrak. La única novedad de este descubrimiento es que los Glypheoidea se creían extintos desde el Eoceno. En definitiva, que como alguien comentó una vez, desde la popular película ‘‘Jurasic Park’’ de hace trece años, es como si para los periodistas sólo existiera el Jurásico.
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