NANTES
Tres policías franceses que detuvieron en un control a Taouflik el-Amri, un obrero de origen tunecino cuyo cadáver fue descubierto el pasaado martes en un canal en Nantes (oeste) tres semanas después de su desaparició seguían detenidos.El-Amri fue detenido en un control de identidad durante la medianoche del 22 al 23 de noviembre. Testigos aseguran que el joven obrero parecía normal cuando fue introducido en el furgón policial por los agentes.
Su cadáver fue hallado anteayer bajo una barcaza, cerca de un pontón, no lejos del lugar donde se descubrió la cartera del joven padre de familia con sus documentos de identidad.
El procurador de la República Stéphan Autin abrió una investigación sobre las «importantes contradicciones» entre sus declaraciones y las versiones de testigos de los hechos y la encargó a la Policía Nacional (IGPN). El procurador destacó tres contradicciones: el lugar donde la Policía estableció el control y detuvo al joven, su grado de ebriedad y la «naturaleza de las operaciones de control». Y es que los policías no dejaron registro oficial alguno sobre estas últimas.
Fuentes policiales aseguraron que, según los primeros datos de la autopsia, «murió ahogado y en su cuerpo no se han hallado signos de violencia».
Gilbert Collard, abogada de la familia, no descarta ninguna hipótesis sobre su muerte, pero recordó que, incluso en el hipotético caso de que los policías le hubieran dejado partir ebrio, serían responsables del delito de no asistencia a una persona en peligro.
Todo menos un caso aislado
Pese a que tanto el ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, como el PS han coincidido en apostar porque el caso se esclarezca, no es el único. Varios policías están encausados por malos tratos a detenidos en este tipo de controles. Uno de ellos, que acabó con la muerte de dos adolescentes electrocutados, fue la chispa de la revuelta de las banlieues en 2005. -