El Ejército de Etiopía bombardea los dos principales aeropuertos de Somalia
El conflicto regional en el que podrían intervenir todos los países del Cuerno de Africa está cada vez más cerca. Ayer, por la mañana, la aviación etíope bombardeó los dos aeropuertos más importantes de Somalia, Mogadiscio y Baledogle, ambos bajo control de la Unión de Tribunales Islámicos (UTI).
MOGADISCIO
Los aviones MiG de fabricación rusa realizaron varios vuelos rasantes sobre la capital a media mañana y lanzaron dos bombas sobre el Aeropuerto Internacional de Mogadiscio, recientemente reabierto tras caer en manos de la poderosa milicia islamista. El líder de la milicia de la UTI, el jeque Hassan Dahir Aweys, se desplazó desde Eritrea, su aliado regional, hasta Mogadiscio en avión poco después del ataque, pero se desconoce si su aparato era el objetivo de los etíopes. Las bombas provocaron daños en la pista y en un edificio utilizado por las fuerzas islamistas.
Poco después también fue bombardeado el aeropuerto de Baledogle, situado a unos 100 kilómetros de la capital.
La ofensiva terrestre también tuvo novedades ayer, ya que las tropas somalíes respaldadas por efectivos de Etiopía se hicieron con el control de Belet Weyne, una localidad estratégica cercana a la frontera etíope. El coronel Abdi Yusuf Ahmed, comandante del Ejército gubernamental somalí, indicó que sus fuerzas entraron en Belet Weyne a primera hora del lunes sin hacer un solo disparo. Ahmed precisó que sus tropas perseguirán a los islamistas hacia el sur.
Los combatientes islamistas abandonaron la localidad de Belet Weyne, situada en la ribera del río Shabelle, durante la noche, después de que la aviación etíope bombardeara posiciones de los islamistas el domingo, según sus habitantes. Las tropas gubernamentales han establecido un toque de queda en la localidad entre las tres de la tarde de ayer y las seis de la mañana de hoy. «Cualquiera que tenga un arma y no lleve un uniforme gubernamental será considerado como un terrorista», explicó el oficial somalí al mando de la localidad, Aden Garase.
El primer ministro etíope, Meles Zenawi, anunció el domingo que su país se ha visto «obligado a entrar en guerra» con la UTI después de que ésta declarara la «guerra santa» contra Etiopía. «Nuestra intención es ganar esta guerra lo antes posible», añadió. Meles sostiene que no tiene intención de mantener sus fuerzas en Somalia durante mucho tiempo, quizás unas pocas semanas.
El dirigente etíope aseguró a los diplomáticos extranjeros que visitan el país que su objetivo es dañar gravemente la potencia militar de los islamistas, eliminar la aura de invencibilidad que tienen y posibilitar que ambas partes (el Gobierno que no puede gobernar y los islamistas) retomen las conversaciones de paz en igualdad de condiciones.
En Addis Abeba, Bereket Simon, asesor de Meles, dijo que «el Gobierno está bombardeando objetivos no civiles en Somalia para incapacitar y evitar el suministro de armas y víveres a los Tribunales Islámicos».
La Liga Arabe, que ha mediado en varias ocasiones, hizo un llamamiento a todas las partes implicadas a adoptar un «alto el fuego inmediato e integral».
Siguen los combates en Baidoa
MOGADISCIO En torno a la localidad de Baidoa, donde se encuentra la sede del Gobierno de transición, ayer se podían seguir escuchando intensos disparos de artillería y mortero, según indicó un residente. Las tropas gubernamentales y etíopes están intentando hacer replegarse a las fuerzas islamistas, que se encuentran ya a tan sólo veinte kilómetros al sur de Baidoa. Fuentes gubernamentales y rebeldes aseguran que cientos de personas han muerto desde que comenzaran los enfrentamientos abiertos, el pasado martes, pero estos datos no han podido ser verificados. Las organizaciones humanitarias sitúan el balance de fallecidos en algunas decenas. Mientras, el Gobierno somalí decretó ayer el cierre de fronteras para impedir la entrada de combatientes extranjeros, convocados por los islamistas para luchar contra Etiopía, aunque está por ver su capacidad para hacerlo cumplir. La costa somalí de 3.000 kilómetros es inabarcable para las milicias gubernamentales. En la última semana, testigos informaron de que cientos de combatientes extranjeros llegaban por barco a Somalia.
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