Gerald R. Ford, el hombre que asumió la Presidencia de Estados Unidos tras el escándalo del “Watergate”, falleció en la noche del martes a los 93 años. Miembro del Partido Republicano y presidente entre 1974-1977, su atípica llegada al poder le convirtió en el primer presidente de la historia del país en asumir ese cargo sin pasar por unas elecciones, ni siquiera para el cargo de vicepresidente. Según un comunicado emitido por la oficina de Ford, el ex presidente murió en su residencia de Rancho Mirage, en pleno desierto, en California. Ford arrastraba una neumonía y ya se había sometido a dos tratamientos cardiacos. Ford es el ex presidente más longevo de la historia de EEUU supera el récord de Ronald Reagan.
El Caso Watergate
Ford nació en Omaha (Estado de Nebraska) el 14 de julio de 1913 con el nombre de Leslie Lynch King, pero tomó su nuevo nombre de su padrastro, un conocido político republicano de Michigan. Ford estudió Derecho en las universidades de Michigan y Yale y sirvió en la Marina durante la Segunda Guerra Mundial.
En 1948 obtuvo un escaño por Michigan para la Cámara de Representantes, en la que durante 25 años, hasta 1973, defendió posturas abiertamente conservadoras en contra de los programas sociales del Gobierno o a favor del incremento del presupuesto de Defensa. En 1963 integró la Comisión Warren que investigó la muerte del presidente John Kennedy.
La carrera política de Ford subió como la espuma después de que la prensa sacara a la luz el escándalo de espionaje a las oficinas del Comité Demócrata Nacional en el complejo Watergate. En 1973, Ford dejó la Cámara de Representantes y fue designado vicepresidente tras la dimisión de Spiro Agnew a causa del caso “Watergate”, y sólo nueve meses más tarde, el 9 de agosto de 1974, fue nombrado presidente de Estados Unidos apenas unos minutos después de la dimisión de Nixon, principal responsable del mayor escándalo político de la historia de Estados Unidos.
En plena campaña por recuperar la confianza del país en las instituciones, Ford decidió amnistiar a Nixon. Aunque muchos analistas consideran que esta decisión le costó la posibilidad de ser elegido presidente en 1976, la medida recibió elogios en años posteriores por considerar que permitió al país seguir adelante.
Quienes no se salvaron fueron los ministros de Richard Nixon, entre los que llevó a cabo una «limpieza» conocida por la prensa como la «Masacre de Halloween», debido a que se produjo en la víspera del Día de Difuntos de 1975. Uno de los pocos que conservaron el cargo fue el secretario de Estado, Henry Kissinger.
Durante su Presidencia, Ford controló la inflación a costa de limitar el gasto de los programas sociales, intentó crear empleo reduciendo los impuestos a la población con más ingresos para fomentar el consumo y apoyó el desarrollo empresarial de nuevas fuentes de energía mediante subsidios gubernamentales.
Gerald R. Ford fue también el presidente que asumió el final de la Guerra de Vietnam. En abril de 1975, después de que el Ejército de Vietnam del Norte tomara Saigón, el presidente ordenó la evacuación de 22.000 survietnamitas que habían colaborado con Estados Unidos y la salida de los últimos Marines que quedaban en la Embajada estadounidense.
Ese mismo año, en el marco de la política de distensión iniciada por Nixon, Ford y el líder de la Unión Soviética, Leonid Breznev, firmaron el Tratado de Limitación de Armas Estratégicas (SALT) y el Acuerdo de Helsinki, que ratificaba las fronteras europeas posteriores a la Segunda Guerra Mundial y apoyaba la protección de los Derechos Humanos.
Otro foco de su política exterior fue Oriente Próximo, donde consiguió una tregua temporal, preludio de los posteriores acuerdos de Camp David firmados durante la Presidencia de James Carter.
Perdio contra Jimmy Carter
En 1976, Ford ganó a Ronald Reagan las elecciones primarias republicanas para la Presidencia, pero perdió la reelección ante el candidato demócrata, James Carter, en unos reñidísimos comicios.
Tanto el presidente de Estados Unidos, George W. Bush,
como el vicepresidente, Dick Cheney, elogiaron al finado. «El pueblo americano
siempre admirará la devoción al trabajo de Gerald Ford, su carácter y el honor
con el que desempeñó sus funciones». «Gerald Ford llegó cuando más lo
necesitábamos», añadió Bush. -