A algunos se les llena la boca criticando los postulados de ESAIT para justificar su inmovilismo y comodidad en los sillones que ostentan. Les acusan de mezclar la política con el deporte para evitar entrar al fondo de la cuestión, que es tan simple como que la Federación Vasca se implique en trabajar por la oficialidad. O lo que es lo mismo, que busque los posibles caminos y no incumplir la legalidad como pretenden hacer creer. Y, si no, que expliquen por qué no lo hacen. Los mismos que no tienen nada que ver con la política pese a que fueron concejales de Cultura, del PNV por supuesto, o invitan a la alcaldesa de su pueblo, ¡cómo no, del Partido!, a las presentaciones. Aprovechan cada vez que pueden para sentarse en el palco al lado del lehendakari y la presidenta del Parlamento de Gasteiz, que deben acudir a los partidos como aficionados. Sin olvidar a sus diputados generales que escriben cartas sobre equipos de fútbol en calidad de socios y alcaldes que no pierden una para ampliar su gama de populismo. ¡Ay, qué malos son los de ESAIT por tratar de «imponer» sus ideas en su selección de «todos»! - M.A.