GASTEIZ
El joven de 27 años que fue encontrado muerto en su celda era G.T.S y según las informaciones manejadas ayer, era natural de Gasteiz. El joven preso cumplía una condena de nueve años por robo desde octubre del año 2000, según fuentes penitenciarias. El fallecimiento de este preso fue descubierto por un funcionario de la prisión alavesa en el recuento de las ocho de la mañana, sin que, al parecer, el compañero de celda del fallecido no se hubiese percatado del hecho durante la madrugada.
Según las primeras informaciones, los médicos de la prisión examinaron el cuerpo del preso muerto y no hallaron signos de violencia, ni de que hubiera consumido estupefacientes por vía intravenosa.
Las mismas fuentes consultadas indicaron que el interno no era toxicómano, aunque sí consumiría drogas de forma esporádica.
Con esta muerte, el número de presos fallecidos este año 2006 en cárceles de Hego Euskal Herria, o bien con residencia administrativa en este mismo territorio muertos en prisiones del Estado español se ha situado en diez. Lejos de poner fin a esta situación, más bien llueve sobre mojado ya que, una cifra similar de personas muertas en prisión en diferentes circunstancias se dio durante el pasado año 2005.
Tal y como denunció Salhaketa hace escasos meses, en base a los nuevos métodos de Instituciones Penitenciarias, la cifra de muertos en los últimos años puede ser aún mayor, aunque la citada entidad no haya dado cuenta de ellos.
Motivos «no naturales»
En el contexto de la citada comparecencia de portavoces de Salhaketa, César Manzanos subrayó que estas personas están muriendo «por motivos no naturales» y añadió que el denominado «plan de choque» anunciado por la directora de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, es «una estrategia para ocultar los muertos debajo de la alfombra».Sin ir más lejos, el pasado día 16 de este mismo mes de diciembre falleció ahorcado en Martutene un joven saharaui de 23 años de edad, que sufría severos problemas mentales que no se atendían correctamente. Este joven, para quien se había aceptado su traslado a El Aaiún, de donde procedía, intentó quitarse la vida al menos en cuatro ocasiones, antes de que finalmente lo hiciera. Según testimonios recogidos, el preso practicamente no podía comunicarse con sus compañeros de prisión por problemas con el idioma que desconocía.
El dramático caso de Abdel Karim El Ddah fue denunciado por SOS Racismo, Salhaketa y Arrats y el propio hermano del fallecido relató que el malogrado joven había realizado seis veces el viaje en patera «hacia una vida mejor».
Durante la citada rueda de prensa, celebrada pocos días después de conocerse esta muerte, Salhaketa reiteró su denuncia de la «deplorable situación que se vive dentro de las prisiones», toda vez que dio la cifra de 23 personas muertas durante los últimos 20 meses.