Raimundo Fitero
Deportivamente
Diecinueve de los veinte programas más vistos durante el año 2006 en las televisiones generalistas estatales fueron retransmisiones deportivas. Y punto. ¿Qué podemos decir? Los analistas incorporan discursos neutrales o triunfalistas, según dependa su lugar en el escalafón. En tres años la Fórmula 1 ha pasado de un millón de media a siete largos en una carrera con resolución de campeonato incluido. Un salto cuantitativo que tiene mucho que ver con la circunstancia de que Fernando Alonso ha sido el campeón en los dos últimos años, y eso, se quiera o no, influye en la captación de audiencias.
El fútbol europeo acaparó grandes audiencias, incluso un deporte tan poco espectacular en sus datos televisivos como el baloncesto, consiguió grandes audiencias al calor del triunfo de Gasol y su cuadrilla en Japón. El fútbol de selecciones es una saco roto, pero hasta en circunstancias tan absurdas y poco competitivas, acapara unas audiencias superlativas. Debe ser el morbo, las ganas de ver perder a un seleccionado que se politiza y se enmudece constantemente, en una versión del mito de Sísifo con pelotas que parecen piedras y con artistas que parecen picapedreros.
Los datos no son gratuitos, las subastas para hacerse con los derechos de retransmisión de acontecimientos deportivos son auténticas jugadas de alto riesgo, son inversiones cuantiosas que deben amortizarse con urgencia dada la cantidad desorbitada. No todas las cadenas o emisoras están en condiciones financieras de acudir a esas bolsas. De hecho, las autonómicas no pudieron superar la oferta de La Sexta, y ETB-1 no tiene fútbol los sábados, y así le va, sus medias de audiencia han bajado, porque el fútbol, en el partido más insulso, da unas audiencias residuales superiores a cualquier otra oferta deportiva, de ficción o de entretenimiento. Y es que la pelota da, pero no para tanto.
Los números cantan y de verdad os digo, ¿qué puede proporcionarnos la tele que no sea algo sustituible por su original? El deporte en directo. Las películas, los concursos, los chismorreos, las series, se pueden ver en otro momento y con otro soporte. La final de la Copa de Europa, no. -
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