DONOSTIA
El partido ante Osasuna debe servir para reflexionar al Consejo realista y para ver cómo si se hace lo que ha predicado se puede con una política deportiva-económica coherente formar un equipo competitivo que rinda por encima de lo que cabe pedir en función de su presupuesto y rebajar su deuda.Para construir un equipo como la Real, ha sido clave dar continuidad a un bloque de jugadores de casa, especialmente en los puestos defensivos, e incorporar de manera limitada a futbolistas en posiciones que no se puedan cubrir con los jóvenes de la cantera y que den un salto de calidad y aporten gol.
Josetxo, Krutxaga y Puñal llevan diez años juntos, mientras que Labaka, Mikel González y Rivas no habían coincidido nunca. Osasuna utilizó en Anoeta a sólo tres jugadores fichados esta temporada uno de ellos, Juanfran, por las lesiones de Valdo y Delporte y la Real a seis que se han incorporado esta temporada al primer equipo.
La Real ha fichado en diecinueve meses a dieciséis jugadores y además ha incorporado a tres de su cantera, sin contar a Elustondo y Agirretxe. Ha pagado por traspasos y cesiones unos 10,5 millones de euros a pesar de que el Consejo prometió apostar por la cantera, devolver al club a sus raíces y en todo este tiempo ha hablado de medidas para reducir su deuda.
Sólo tres entre los básicos
Osasuna, sin hablar tanto de medidas para reducir su deuda, ha fichado a ocho jugadores en estas dos últimas temporadas, de los que sólo tres Ricardo, Nekouman y Soldado están entre los quince más básicos de Ziganda. No ha pagado ningún euro por ellos, como es norma en un club que ha rebajado su deuda de manera importante con los ingresos por la marcha de Pablo García, Javi Martínez y Morales y por la participación en competición europea en las dos últimas temporadas. Sin considerarse un club de cantera, ha subido en estas dos temporadas al primer equipo a seis jugadores, de los que tres son básicos. Tiene en su primera plantilla a once canteranos sobre 24 jugadores, por los diez que tendrá la Real sobre 25 si se cede a Jon Ansotegi.
Mientras la Real ha tenido cuatro entrenadores en el 2006, Osasuna no ha cambiado de técnico en plena temporada desde que Martín Monreal se convirtió en el cuarto de la dura campaña 96-97. Su sustitución por Lotina en 1999 ha sido el único cambio de entrenador deseado por las directivas rojillas.No habla de fichar jugadores que marquen la diferencia, pero en cuatro años ha incorporado sin gastar nada en traspasos a jugadores importantes como Ricardo, Cuéllar, Delporte, Milosevic, Soldado y Nekouman.
Coherencia tras un año difícil
Se puede decir que es fácil mantener una coherencia cuando los resultados acompañan, pero hay que recordar que Osasuna acabó la temporada 2004-05 decimoquinto por detrás de la Real con 65 goles encajados, con una racha de once partidos sin ganar que le situó en la jornada 30 en el puesto 17 al borde del abismo. Pues no se fichó ningún defensa, Aguirre siguió en su puesto, Osasuna no gastó nada en fichajes y la pasada campaña acabó cuarto, con sólo 43 goles recibidos.
La Real, en lugar de dar continuidad al bloque de jóvenes que sostuvieron al equipo esa temporada, lo ha roto. De los seis jugadores que entraron con fuerza al equipo, sólo Xabi Prieto y Gari son básicos para Lotina con muchas opciones para el segundo de desaparecer del once con la llegada de Herrera y Savio. Y lo más normal es que el donostiarra sea vendido el próximo verano. Los cinco jugadores con contrato que llevan más de tres años consolidados en el primer equipo Aitor, Aranburu, Kovacevic, Jauregi y Prieto no tienen nada claro que vayan a seguir en el club el próximo año. Incluso al tolosarra ya se le ha dado públicamente casi por jubilado sin esperar si se recupera cuando es el tipo de futbolista que se necesita dentro de un vestuario.Y es que ahora se prescinde de jugadores canteranos muy fácil. Antes un jugador formado en Zubieta que salía de la Real no aguantaba dos años en Segunda. Ahora Gabilondo, Alberto, Llorente y Larrea demuestran que tienen un nivel que aquí no se les reconoce.
Germán Herrera llega hoy
Pero este Consejo sigue fichando sin hacer lo que promete y sin dar continuidad a nada. Hoy llega Germán Herrera, que pasará mañana el reconocimiento médico y será presentado si lo supera. Para mañana también se espera la llegada de Savio. Estas dos cesiones son comprensibles porque son dos estilos de futbolista de los que carece el equipo, aunque no es normal que lleguen para cubrir los dos puestos en los que puede jugar Jesuli, el primer fichaje de Lotina. Lo de Víctor López es más difícil de entender aún.
Pagar un millón de euros y firmar hasta el 2010 a un central que a los 29 años sólo ha logrado jugar en un equipo que el 90% de los aficionados no sabían hasta hace un mes que existía resulta discutible de entrada. Pero lo más grave es la desconfianza hacia los centrales que tiene el equipo, que bastante tienen con no acabar todos en la consulta de un psicólogo.
Se ha dicho mucho que no salían de la cantera centrales como Gorriz y Gajate. En pocos años han salido tres de nivel suficiente para jugar en la Real como Labaka, Ansotegi y Mikel González y en lugar de apostar por ellos y darles confianza se les va minando con continuos cambios porque en la situación de ataque de nervios en los que está el club no sacan el balón bien jugado. ¿Lo sacaban Gorriz, Gajate o Loren?, por citar a tres grandes centrales. Es como pagar tres millones por Diego Rivas con pivotes como Mikel Alonso, Aranburu, Garitano, Markel Bergara, Larrea, Elustondo y Zurutuza. La última época de estabilidad de la Real se logró con una estructura central formada por Alberto de portero, Loren y Pikabea de centrales y Albistegi e Imaz de pivotes. ¿Tenían mejores condiciones estos jugadores que los actuales? Lo que tuvieron fue confianza y una coherencia que impidió a los entrenadores poder elegir porque si sólo cabía fichar tres extranjeros no podían malgastar una de estas plazas en un defensa.
Sobre esa estabilidad se construía un buen equipo en el que cualquier fichaje parecía mejor de lo que era y así se pegaban pelotazos como los de Kodro, Karpin o Kovacevic. Ahora ningún jugador joven salvo Prieto tiene continuidad y confianza y así no se puede construir un equipo y cualquier fichaje parece malo y no hay ninguna plusvalía por compraventa de futbolistas desde el traspaso del serbio de hace siete años.
Porque es una equivocación entender un fichaje como un refuerzo. Refuerzo es aquel que permite mejorar el nivel del equipo. Ypara ello obligatoriamente tienen que ser pocos porque, si no, es obligado pasar por un proceso de adaptación que debilita el juego del equipo.
