- El conjunto gasteiztarra cae en Pucela -
Remiendos insuficientes y tardíos
·El Alavés cedió un gol nada más comenzar, pudo ser arrollado y la mejoría de la segunda parte no tuvo premio
VALLADOLID 1
ALAVES 0
GASTEIZ
Todos aquellos que creían que el parón, el año nuevo, las vacaciones o incluso las nuevas incorporaciones podrían suponer una nueva época en el Alavés estaban equivocados, ya que los parches y remiendos que se van poniendo sobre la marcha no sirven para enderezar el rumbo de una nave que comenzó su viaje de destino a Primera con demasiado lastre. Y es que, habrá quien quiera quedarse con que se paró la hecatombe de las últimas salidas, que incluso se pudo haber empatado en casa el líder, que el equipo no se descompuso, e incluso con el buen papel de fichajes como Angel, que cumplió más que dignamente con cinco entrenamientos, pero todo esto sería seguir poniendo tiritas a un enfermo con una grave hemorragia interna. Porque después de haber encajado once goles en sus dos últimas salidas, que Ogbeche mandara al poste un balón con el que haber podido empatar en casa del equipo más sólido del campeonato parece un motivo para la esperanza, pero no puede ocultar la sensación de falta de ideas y de profundidad, de inferioridad y de impotencia demostrada en un arranque de partido en el que el equipo de Mendilibar se gustó demasiado y perdonó la vida a un rival al que le costó demasiado colocarse en el campo. Porque tan fácil debió de verlo el equipo castellano después de que Mario Suárez aprovechara la enésima falta de concentración al comienzo de un partido, que priorizó el espectáculo por encima de la eficacia y perdió la oportunidad de sentenciar a un rival al que tenía completamente a su merced. Y es que, mientras Mendilibar ha completado un bloque homogéneo en el que todo el mundo sabe lo que tiene que hacer y en el que los jugadores que entran tienen muy claro su papel, el Alavés sigue sumido en un proceso autodestructivo que le está matando. Mientras que el Valladolid cubrió sus importantes bajas haciendo cambios naturales, un Alavés que no termina de acostumbrarse a las sacudidas internas se presentó en casa del líder con Angel debutando tras cuatro entrenamientos en lugar de un Brandán que había sido titular en todos los partidos anteriores, con Miguel Pérez debutando como titular por la derecha y con la vuelta Rubén Navarro al enganche. Todas esas variaciones de nada ayudan a un equipo ya de por sí desorientado. Apenas le duraba dos pases el balón al equipo gasteiztarra y la primera mitad fue un monólogo de un Valladolid que se divertía con un juguete roto. Sin duda, lo mejor del primer tiempo fue que el resultado sólo fuera de 1-0, y esa incertidumbre en el marcador y el desplome físico del equipo pucelano permitieron la reacción albiazul, con más corazón que cabeza, como todos los jugadores reconocieron al final. La recomposición del equipo, especialmente con Jandro de media punta, permitieronmeter el miedo al Valladolid en dos chispazos, pero los remiendos no son suficientes ante un destrozo interno tan brutal.
Cos:«El gol tan pronto ha sido una losa»
Chuchi Cos señaló tras el partido que «el gol en el minuto dos nos rompió todos los esquemas y, por más que hemos hablado de que este equipo achucha mucho en los primeros minutos, nos la han metido en la primer jugada. Eso ha sido una losa, hemos estado perdidos al principio, pero sobre todo tras ajustar al equipo en la segunda parte, hemos echado casta y hemos arrinconado al Valladolid». -
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