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Festival Zinegoak de cine gay/lesbo/transexual
«Soy rara: fumo, leo, no veo televisión, hago teatro..., ¡soy un dinosaurio!»
Varias décadas haciendo cine, algunas más haciendo teatro, Rosa María Sardà (Barcelona, 1941) recogió ayer en Bilbo un premio más en su larga carrera. Pero un premio diferente. Se lo daba el Festival de Cine Gay/Lesbo/Trans Zinegoak por su frecuente participación en películas de autores como Ventura Pons o Pedro Almodóvar, que normalizan el hecho homosexual, y por papeles como el de la mujer que en su madurez se vuelve lesbiana de «A mi madre le gustan las mujeres».
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BILBO
Zinegoak arrancó ayer con una gala de inauguración que tuvo lugar en el Teatro Arriaga, marco en el que Rosa María Sardà recibió el Premio Honorífico del festival. Horas antes, y sin despojarse en ningún momento de su gorro calado hasta las orejas y sus gafas oscuras, la actriz catalana ofreció una rueda de prensa en la que hizo gala de su habitual ironía.Sardà, primera mujer que recibe este premio en las anteriores ediciones fueron Eusebio Poncela, Eloy de la Iglesia y Ventura Pons los agraciados estrenará próximamente la película de temática gay “Chueca Town”, ópera prima Juan Flan. Ayer se mostró muy agradecida por el reconocimiento del festival bilbaino, aunque su concesión le hizo darse cuenta de que se ha hecho «mayor. Es lo que tienen los premios de honor, claro, que nunca se los dan a los veinteañeros». Es la segunda vez en pocas semanas que Rosa María Sardà viaja a esta ciudad para recoger un premio, pues recientemente le otorgaron el Ercilla de Teatro. «Me siento halagada, me emociona que la gente joven se acuerde de mí», dijo.
Ellos interesantes, ellas viejas
Preguntada sobre si se siente especialmente comprometida con el cine de temática gay, la actriz contestó que su compromiso es con los papeles. «Yo comprometida me siento con mi responsabilidad de hacer creíble un personaje en una historia que se quiere contar, para que llegue con la máxima claridad al espectador». Aunque durante años se le consideró una actriz cómica, en los últimos tiempos ha destacado en papeles dramáticos coincidiendo con una edad en la que a las mujeres les apartan de los papeles de interés. «Esto es universal. Los hombres llegan primero a todas partes y estamos ante una forma de expresarse masculina. Y las mujeres mayores de 22 años ya somos mayores, nos hacemos viejas, mientras que ellos con la edad se hacen interesantes». Aún así, ella no se queja. «No me quejo, porque no espero nada, así que siempre me parece fantástico cuando me llaman. Siempre pienso ¿quién habrá muerto, por qué me ha tocado a mí?». No quiso hablar mucho sobre futuros proyectos «los actores vivimos colgados como un jamón», pero confirmó que rodará con Ventura Pons y prepara algo de teatro. Nada de televisión. «Yo no sé hacer la televisión que se hace ahora. El medio es maravilloso, pero también puede ser un arma terrorífica...». De todas formas, tampoco ve la tele. «Es que soy muy rara:fumo, leo, hago teatro... soy antigua, ¡un dinosaurio!». Uno de sus papeles más celebrados últimamente ha sido el de una mujer madura que se vuelve lesbiana en “A mi madre le gustan las mujeres”, de Daniel Ferjeman e Inés París. «Me gustó porque cuenta cómo una mujer, a una edad en la que se vuelve despreciable y arrinconable para la sociedad, altera su esquema de vida, es capaz de enamorarse y además cambia radicalmente la forma de ver la vida de sus hijas. Es un happy end maravilloso». En la vida, sin embargo, no hay finales felices, dice la actriz. «Todos tenemos un final y ninguno es feliz. En el cine tenemos la ventaja de poder parar la historia, pero la vida sigue y habrá conflicto y llegará la desaparición del ser humano». Sardà habló también de la crisis del cine. «La forma de ver cine está cambiando porque la gente prefiere verlo en casa. Estamos en una sociedad en la que la gente se va encerrando en pequeños reductos individuales. Levantar una película es un acto heroico hoy día y mucho más lo es poner una obra de teatro que no esté en la línea super comercial».
Arrancan las sesiones
K.A.
BILBO Tras la inauguración de ayer, hoy comienzan las proyecciones del festival Zinegoak, que se prolongarán hasta el domingo. Esta tarde, los cines Capitol acogerán cortometrajes entre ellos “Encruzijados”, del barakaldés Roberto Menéndez, documentales como “Tintenfishalarm”, producción austriaca que aborda el tema de los intersexuales o hermafroditas y largometrajes con películas del Estado francés, Inglaterra, Bosnia y Alemania en sesiones de 17.30, 20.00 y 22.30. En Bilborock, a partir de las 16.15, se proyectarán cuatro largometrajes de Eloy de la Iglesia y en la FNAC , desde las 17.30, se exhibirán cortos más experimentales.
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