PARIS
El fundador de Traperos de Emaús, las comunidades que ayudan a la inserción de los más desfavorecidos en más de cuarenta estados, falleció ayer víctima de una infección pulmonar pese a que, según explicó Martín Hirsch, presidente de la asociación en el Estado francés, en las últimas jornadas había experimentado una leve mejoría, después de que fuera ingresado el 14 de enero.Henri Grouès, más conocido como el Abate Pierre, fundó la primera comunidad Emaús en 1949 en las afueras de París, una ciudad sacudida por la pobreza tras la Segunda Guerra Mundial. Cinco años después lanzó el famoso llamamiento del invierno de 1954 en las ondas de Radio Luxemburgo a favor de las personas sin domicilio. Su lema, «Dar de comer antes de evangelizar», le convirtió en la persona más respetada por los franceses y la más popular tras la muerte del oceanógrafo Jacques Cousteau. Cuando pidió que le sacasen de esa encuesta anual, su puesto fue ocupado por el futbolista Zinedine Zidane.
A pesar de ser fundada por este monje capuchino francés, Emaús es una entidad de carácter laico, que ha profundizado su tarea en la promoción y creación de empresas de economía social y solidaria, empresas de inserción e iniciativas de comercio justo.
Bajo la regla de que «jamás aceptaremos que nuestra subsistencia dependa de otra cosa que no sea nuestro trabajo», Emaús que recibe el nombre del pueblo de Palestina donde, según la Biblia, Jesús se apareció el Lunes de Pascua, resucitado, a sus discípulos extiende una amplia red de recursos por el mundo, también por Euskal Herria.
Un ejemplo es la comunidad que cubre la zona de Baiona, Angelu y Biarritz, que recientemente ha celebrado su 20º aniversario. La sede se trasladó hace varios años desde la capital labortana hasta la vecina localidad landesa de Tarnos, donde hoy en día acoge a 50 «compañeros», a los que ayudan otros tantos voluntarios.
Se trata de una asociación no lucrativa que no recibe subvenciones y que funciona gracias a los excedentes de la gente. Tal y como explica el asistente del centro de Tarnos, José Antonio Rubio, se trata de un centro de «solidaridad». Los asistentes sociales les envían a gente necesitada y la asociación les da ayudas financieras.
La sede de Tarnos también ayuda a otros centros de Emaús que no disponen de todos los medios que tiene la sede para el BAB. También forman parte de la red Emaús Internacional, a través de la cual envían ayuda a Africa y a Latinoamérica.
José Antonio Rubio recordaba ayer para GARA su encuentro con el Abate Pierre:«Tuve la suerte de tenerle durante cinco minutos solo para mí;era alguien extraordinario que supo integrarse y ayudar a gente ordinaria».
Emaús dispone de otro punto de referencia en Bilbo, donde desde 1970 se dedica a la gestión de residuos sólidos, lo que ayudó al desarrollo de una conciencia ambiental en Bizkaia y les ha llevado a colaborar con muchos ayuntamientos, al igual que en Araba, donde están asentados desde hace unos 15 años en Gasteiz.
Entre los proyectos que desarrollan está el programa Bitartean, ubicado en el caserío Errekalde, en la localidad vizcaina de Gamiz-Fika, que tiene como objetivo atender a 20 personas en situación y/o riesgo de exclusión social que ven agravada su situación por razón de la edad, entre 45 y 65 años.
Además, en Donostia, disponen del programa Isla, dirigido a la inserción sociolaboral de 24 personas excluidas, de ambos sexos, con clara desestructuración personal y/o familiar, pertenecientes a colectivos muy vulnerables.
En Nafarroa, la asociación se constituyó en 1991 y, al igual que sus compañeros de los otros herrialdes, se dedican a la recuperación y reciclaje de voluminosos. Dispone de unos almacenes y oficinas en un polígono industrial de Sarasa, así como varias tiendas en Iruñea, Lizarra y Doneztebe. La comunidad se encuentra ubicada en la localidad de Beltzuntze.
«Defensor de la dignidad
humana»
La Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia
y la Cultura (UNESCO) y el Consejo de Europa se sumaron al pesar por la muerte
del abad Pierre. «Era un infatigable defensor de la dignidad humana», declaró el
director general de la UNESCO, Koïchiro Matsuura. «Su desaparición representa
una gran pérdida para los valores europeos», subrayó Maud de Boer-Buquicchio,
secretaria adjunta del Consejo de Europa. -
La primera evidencia del carácter del Abbé Pierre tomó forma cuando, con 19 años, tras estudiar en el colegio de los Minimes y en los jesuitas de Lyon, renunció a su parte del patrimonio familiar, que distribuyó para obras de caridad, antes de entrar en la orden de los capuchinos. Se ordenó sacerdote en 1938.
Entre 1939 y 1940 fue movilizado como suboficial en los Alpes y Alsacia. Posteriormente acogió a judíos y organizó un laboratorio de falsos papeles y el paso de la frontera a Suiza. Lucie Coutaz comenzó a colaborar con él, una relación que se prolongó durante 39 años.
Entre 1942 y 1944 participó en la Resistencia y formó a maquis. Tras ser arrestado por el Ejército alemán en Kanbo, se evadió y, atravesando el Estado español, llegó a Argelia, donde conoció al general De Gaulle; hasta 1945 fue capellán de la Escuela Naval de Casablanca (Marruecos) y luego, de la Casa de la Marina, en París. Tras finalizar la guerra fue diputado de Meurthe-et-Moselle y presidente del Movimiento Universal para una Confederación Mundial.
En los siguientes años se reunió con el padre Teilhard de Chardin y el filósofo místico Berdiaëff; conoció a Albert Einstein y al militante independentista tunecino Habib Bourguiba. A lo largo de su vida conoció a otras personalidades como el presidente de EEUU Eisenhower; el rey Mohammed V de Marruecos; Nehru, el líder independentista de India; el amigo íntimo de Gandhi, Vinoba Bave; el cura Camilo Torres; el obispo de Riobamba, Leonidas Proaño; o el Dalai Lama... También se reunió con todos los papas desde Pío XI, a excepción de Juan Pablo I y el actual Benito XVI.
En 1949, con André Philippe, presentó un proyecto de ley para reconocer la objeción de conciencia y ese mismo año se fundó la primera comunidad Emaús. En el frío invierno de 1954 contribuyó a que el Parlamento francés habilitara 12.000 alojamientos de urgencia para los necesitados.
En 1963 viajaba a bordo del Ciudad de Asunción cuando se hundió en Río de la Plata, Argentina; se le dio por muerto. Seis años más tarde tuvo lugar la I Asamblea de Emaús Internacional. Posteriormente trabajó en la ayuda a refugiados bengalíes.
En 1984 ayunó en Turín en solidaridad con Vanni Mulinaris, uno de los detenidos en las redada policiales ordenadas por el Gobierno de la democracia-cristiana. Cuatro años más tarde remitió una carta al Fondo Monetario Internacional en relación con la deuda externa endosada a los países pobres. Escribió, asimismo, a los presidentes Bush y Hussein durante la guerra del Golfo Pérsico.
En 1991 participó de forma activa en favor de los refugiados a quienes se desestimó la solicitud de asilo en el Estado francés. Ese mismo año apoyó a las 102 familias «ocupas» del muelle de la Gare de París. En 1996, año en que se celebró la VIII Asamblea General de Emaús, la entidad sumaba 350 grupos en 42 países.
Condecoraciones: Gran Cruz de la Legión de Honor, Cruz de Guerra con palmas y Medalla de la Resistencia. -
GARA
