IRUÑEA
Desde hundirse en el barro hasta casi participar en la competición continental más importante. De ofrecer espectáculos bochornos léase Camp Nou y Nuevo Colombino a ser el único equipo que ha anotado cinco goles de una tacada en lo que va de campaña. Este ha sido el sino de la primera vuelta de un Osasuna que lo mismo ha ofrecido la imagen del doctor Jeckyll como se ha transfigurado en la de Mr. Hyde.La eliminación de la previa de la Champions fue un duro mazazo del que el equipo se resintió en el torneo de la regularidad y de la que le costó mucho tiempo recuperarse. Una dura prueba para la plantilla y, sobre todo, para el técnico José Angel Ziganda, novel en la máxima categoría.
El de Larraintzar lo intentó todo para contrarrestar la irregular dinámica del grupo: rotaciones, cambios tácticos, charlas específicas con algunas de las nuevas incorporaciones... Pero todo fue en vano, hasta que la plantilla que fue revelación la temporada anterior se conjuró en vestuarios.
El equipo inició la Liga con muchas dudas y dos derrotas consecutivas ante Getafe y Barcelona, si bien consiguió recuperarse parcialmente tras imponerse al Nastic, ganar a domicilio por primera vez en Balaídos y empatar en Montjuïc. Pero la cuesta abajo que haría saltar todas las alarmas se fraguó en los meses de octubre y noviembre. Seis jornadas consecutivas con el raquítico bagaje de un empate.
Osasuna tocó fondo frente al Recreativo y se situó en puestos de descenso, concretamente el antepenúltimo, con ocho puntos en su casillero. Fiel a su política de mantener la tranquilidad en tiempos difíciles, la directiva de Patxi Izco confirmó en el cargo al Cuco, pese a las numerosas críticas que llovieron desde el entorno rojillo.
Y la jugada les salió redonda. Lo que parecía un ultimátum ante el Deportivo un sector del público ya solicitó la marcha de Ziganda en el anterior partido en El Sadar contra el Real Madrid se convirtió en el mejor trampolín para dar el salto a una racha positiva que se prolongó durante cinco partidos consecutivos otro récord con otras tantas victorias, aderezadas con los triunfos en la Copa de la UEFA para jugar los dieciseisavos y el reciente pase a los cuartos de final de la Copa.
Un diciembre de ensueño, con el reconocimiento oficioso de la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS) como mejor equipo europeo del mes, que puso la mejor rúbrica posible a un año 2006 único en la historia del club. Vivos en todas las competiciones y con el deseo de olvidar cuanto antes el polémico partido del Calderón, se perfila una temporada restante marcada por la esperanza.
N.M.
IRUÑEA
Arribó a Tajonar pocas horas antes del chupinazo sanferminero con el halo de fichaje exótico y muchas dudas sobre su posible aclimatación y rendimiento en el fútbol europeo.
Casi siete meses después, Javad Nekounam se ha convertido desde su posición de pivote defensivo en un hombre imprescindible para el esquema rojillo.
Debido a los constantes llamamientos de su combinado nacional y al obligado proceso de integración, al iraní le costó entrar en el equipo en las primeras jornadas. Pero en cuanto disfrutó de varias oportunidades, el jugador internacional dio muestras de que va a ser una pieza básica a lo largo de la temporada.
Y de que, de seguir en esta misma línea, puede que los cinco millones de euros de su cláusula de rescisión no sean obstáculo para clubes de mayor potencial económico que Osasuna.
Como al internacional persa, a Roberto Soldado también le costó bastante, no tanto encontrar acomodo en el once inicial José Angel Ziganda confió en él desde el principio, como sacar provecho de sus facultades en beneficio del conjunto.
Acostumbrado a una forma de jugar diferente a la del club rojillo, el ariete valenciano ha ido entrando poco a poco en una dinámica más participativa, lo que le ha valido para convertirse en el actual pichichi del equipo, con seis dianas.
Del mismo modo, su ex compañero en el Castilla y paisano, Juanfran, también está pugnando por hacerse un hueco en el carril derecho, en dura pugna con un espectacular Valdo, en lo que parece va a ser la última temporada del leonés en Osasuna.
Bastante más difícil lo están teniendo algunas de las otras incorporaciones, con un Monreal al que le persigue la mala suerte en forma de enfermedades, o los Font y Juanlu, con especial mención a la calidad del primero, que no ha dado todavía lo que se espera de él.
Viejos rockeros
Pese a la llegada de toda esta savia nueva, lo justo es reconocer que gran parte de la culpa de la reacción positiva de la escuadra navarra la tienen algunos de los viejos rockeros de la plantilla. Así, Ricardo y titularidad se han convertido en sinónimo en lo que llevamos de temporada. El madrileño ha jugado todo en Liga, con 1.787 minutos en su haber uno de los que más del torneo de la regularidad y se encuentra en un momento de forma sobresaliente.
No más que Patxi Puñal, a quien la llegada de Nekounam le ha permitido explotar su variante ofensiva, convirtiéndose en goleador en todas las competiciones.
Por último, Krutxaga está viviendo una segunda juventud en la zaga rojilla, donde combina buena colocación y experiencia.
