El panorama albiazul parece aclararse tras las continuas convulsiones
·Pese a que el objetivo del ascenso sigue lejos, el cambio en el banquillo despeja el futuro
GASTEIZ
Al contrario de lo que sucede en el apartado meteorológico, y en ambos casos para bien, el panorama deportivo del Alavés parece aclararse tras un otoño-invierno marcado por las continuas convulsiones. Aunque, en términos generales, finalizar la primera vuelta a siete puntos del ascenso y a otros tantos del descenso a Segunda B no cumple para nada los objetivos ni las previsiones establecidas al principio de curso, el cambio que se ha producido en las últimas semanas con el relevo de entrenador han hecho rebrotar la ilusión de casi todos los estamentos del club albiazul, especialmente entre la plantilla. Con obstáculos mucho más dañinos y peligrosos el aumento de la fractura social y el affaire Carreras han sido sendos puntos de inflexión la trayectoria albiazul de esta temporada se parece peligrosamente a la dibujada por el equipo el año pasado. Una vez más, la tozudez a la hora de tratar de manejar una plantilla por una pareja de «incompetentes», término que le costó un duro castigo a Carreras pero que pocas veces puede ser más correcto a la hora de describir una evidencia, ha llevado a una plantilla con capacidad para mucho más a echar a perder la primera vuelta y a dedicar muchos esfuerzos en superar trabas y traumas que nunca deberían surgir desde dentro. Bastantes hay fuera. Y es que Dmitry Piterman, al que hay que reconocerle dotes de buen comerciante y negociador, que ha conseguido buenos fichajes como los de Wellington Paulista o Mateo, ha vuelto a asumir, con la colaboración de su acólito Chuchi Cos, responsabilidades para las que no está capacitado y los resultados no han sido los que debían, llegando a rondar los puestos de descenso. Tras una pretemporada de buenas intenciones, Julio Bañuelos duró lo que duró fue cesado tras caer en Málaga en la segunda jornada por «motivos personales» y la falta de planificación, trabajo y de confianza de la plantilla en sus métodos hicieron el resto para que el devenir del Alavés en la categoría tuviese más pena que gloria. Los errores en defensa, la falta de gol o la mala suerte volvieron a servir de excusa oficial para tapar las evidentes lagunas de un equipo con grandes márgenes de mejora en lo táctico y en lo físico, pero sin nadie capaz de pulir esas deficiencias.
La importancia de la grada
Pero al contrario que en la temporada pasada, en la que la calidad y velocidad de jugadores como Nené o Bodipo le servían para desplegar su mejor juego fuera de casa al contragolpe, la mejor baza del Alavés ha estado en Mendizorrotza. Pese al alarmante descenso de espectadores,los que han acudido al estadio han estado volcados con su equipo y la solidez demostrada por el Alavés como local ha sido lo que ha mantenido al equipo relativamente cómodo en la tabla.Curtidos ya en toda clase de jaleos extradeportivos, los profesionales albiazules han sabido soportar mejor que los contrarios la tensión que se ha creado varias veces en su estadio y así han sido, junto al Ciudad de Murcia,el único equipo invicto en su feudo. Tras otro punto de inflexión claro como fue la rueda de prensa que los jugadores ofrecieron conjuntamente para mostrar, ya públicamente, sus desavenencias con Piterman y sus métodos, la afición tuvo otra gran parte de mérito a la hora de forzar el relevo del banquillo, con su presión a Cos. La situación se hizo insostenible para el cántabro y esto, junto con las presiones de los propios jugadores y el peso de la evidencia de los resultados, obligaron a Piterman a poner a un entrenador en el banquillo. Como hizo Oliva en su momento, Fabri ha aceptado su rol de secundario, pero se ha puesto a trabajar, piezas básicas vuelven a contar, se ha acertado con los refuerzos, los jugadores han recuperado la ilusión y esto empieza a funcionar. Si nadie lo impide, se puede estar a tiempo para soñar.
Pitermanen esku dauden akzioak erosteko lehen mugimenduak martxan
J.O.
GASTEIZ Zoritxarrez, kirolaz askoz harago doa gaur egungo Alavesen egoera, eta erakunde arloak maiz emaitzek baino garrantzi handiagoa du. Alde horretatik, datozen egun edo asteetan nobedadeak egotea litekeena dela zabaldu zuen atzo Radio Vitoriak; izan ere, irrati kate horrek eskuartean dituen hainbat informazioren arabera, bada Pitermani bere akzioak erosteko ekimenak martxan jartzen ari den talderik. Datu horien arabera, Gasteizko eta inguruko enpresari multzo bat, Estatu espainolean beste interes mota batzuk dituen talde batekin batera, ukrainarrarekin harremanetan jarri omen da eskaintza ekonomiko sendo bat egiteko asmoarekin. Hirian zehar zurrumurru franko barreiatu izan den arren, operazio horrek aurrera egiteko zailtasun ugari eta handiak izango ditu. Hasteko, horrek guztiak aurrera egiteko behar-beharrezkoa da Pitermanek kluba saldu nahi izatea. Ergelkeria bat dirudi, baina mugimendu guztiak ukrainarraren aldarte egoeraren araberakoak izango dira, horretarako ahalmena ematen baitio akzioen %51ren jabe izateak. Ustez ukrainarra asetzeko moduko eskaintza bat egiteko gai den enpresari multzoa egonik, bigarren arazo handia klubaren egoera litzateke. Alaves erosterakoan Pitermanek ez zuen kontu-ikuskapenik eskatu, eta hura izan zen Antonek bere akzioak saltzeko arrazoietako bat. Orain badirudi horixe dela ukrainarrak jartzen duen baldintzetako bat. Taldeak izan ditzakeen zuloak ikusita, ez da erraza dirua arriskatuko duen inork halakorik onartzerik.
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