La Caixa aumentó un 102,4% su beneficio en 2006 hasta llegar a los 3.025 millones
El grupo La Caixa obtuvo en 2006 un beneficio de 3.025 millones, un 102,4% más que un año antes. La mitad procede de las plusvalías obtenidas por ventas de algunas participadas. El presidente de la entidad, Ricard Fornesa, confirmó en Barcelona que en 2007 sacará a bolsa el holding industrial, que está valorado en 21.000 millones.
BILBO
El grupo catalán ha aprobado un plan estratégico entre 2007 y 2010 con el objetivo de «liderar el mercado español» y «duplicar el beneficio recurrente», es decir sin las plusvalías logradas por la venta de sus participaciones, que el año pasado alcanzó los 1.505 millones, un 24,4% más que en el ejercicio anterior. El resultado del grupo alcanzó los 3.025 millones, un 102,4% más que en 2006.
El presidente de la entidad, Ricard Fornesa, y el director general, Isidre Fainé, presentaron los «excelentes resultados» logrados el año pasado «a pesar de que nos movimos en un entorno de tipos de interés reducidos con evolución al alza y una fuerte competencia bancaria, con presión sobre las fuentes de ingresos».
En el encuentro, Fornesa desveló tres de los temas que han convulsionado durante los últimos meses a las bolsas y al sector eléctrico. En 2007, La Caixa sacará a bolsa sus participaciones industriales, que tienen un valor superior a los 21.000 millones, lo que llevará a otras entidades a hacer lo mismo para reforzar su posición.
La recogida de fondos tiene también, un segundo capítulo, ya que La Caixa tiene entre sus objetivos la compra de una entidad bancaria. Fornesa no desveló ayer hacia dónde se dirigen las miradas en esa salida al exterior, una vez que en el Estado español han tejido una telaraña de oficinas que supera las 5.200 y que en 2010 esperan alcanzar las 6.000. El volumen de negocio de La Caixa alcanzó en 2006 un total de 337.260 millones de euros y cuenta con 10,1 millones de clientes
En tercer lugar, el presidente de la entidad dio a entender que su participada Gas Natural se retira de la OPA sobre Endesa, tras la complicación habida. Fornesa reconoció que al no conseguir que la cabecera de una gran empresa energética permaneciese en el Estado español, tras la oferta que lanzó la alemana E.On, «no ha sido posible y sería cuestión de pasar a otro tema». Lamentó haber sufrido «un boicot» por este tema.
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