Dicen parte de los magistrados que a Iñaki de Juana no le corresponde la excarcelación, que los supuestos para la prisión atenuada están para otros casos de salud y no acabamos de entender el por qué de la diferencia de trato. Por lo visto no se deben mirar las consecuencias de las enfermedades sino sólo las causas, es decir que un Estado como el nuestro debería discriminar por los mismos motivos aducidos por estos jueces a decenas de miles de enfermos que han descuidado su salud a conciencia. Los enfermos de pulmón, corazón o cáncer debido a la adicción al tabaco, los que han contraído enfermedades como el VIH por adicción a las drogas, por actividades sexuales sin la precaución debida, los accidentados por conducción temeraria de vehículos, los afectados por ingestión o inhalación de sustancias nocivas en el trabajo o en la vida particular, etc... pues todos contrajeron la enfermedad libre y voluntariamente aunque desconocían implícitamente, como en el caso de Juana Chaos, hasta qué punto podría deteriorarse su salud y es que todos ellos ignoraban de qué calaña y composición orgánica estaba hecho el causante de sus males.

Son virus y bacterias básicamente perversas que sólo pueden causar la muerte por mucho que los enfermos mantengan otras esperanzas; si fueran humanas serían calificadas como reiteradamente vengativas y colectivamente como colonias de asesinos.

Iñaki de Juana, según el Sr. Rajoy, chantajea al Estado de derecho, siendo una de sus mayores alegrías la resolución judicial que le mantiene en prisión. Desconocemos por qué una huelga de hambre, una manifestación o una declaración pueden chantajear a todo un Estado de derecho. O se trata de una confusión en el orden de los términos o por el contrario la concepción de tal Estado es ideológicamente fascista, en la que el Estado son ellos solos. Lo de la alegría no merece ni comentario.

Tampoco entendemos cómo unos jueces a los que todo un estamento médico les advierte de la gravedad mortal del estado del preso puedan hacer caso omiso de su diagnóstico y que al mismo tiempo que argumentan que una huelga de hambre es libre y voluntaria le propongan como terapia la alimentación forzosa que precisamente la ciencia médica manifiesta que probablemente no la aguantará una vez más.

Por eso, también una vez más, los ciudadanos somos conscientes de que los ocho años del gobierno Aznar propiciaron la fatal entrada en una democracia de la corrupción ideológica de gran parte de la judicatura española, lo que confirma al menos que muchos jueces son también animales políticos, es decir, seres humanos que pueden dar rienda suelta a sus fobias, querencias y finalidades políticas.

Como también y tan bien decía Iñaki, a un pueblo como el vasco que lleva luchando tantos años por su dignidad no se le puede ir de prepotente exigiéndole la rendición, porque las consecuencias son fatales en todos los lados y pueden ser todavía más fatales al no estar basadas en el conocimiento desapasionado de la realidad objetiva.

Mucho nos tememos que si se sigue tensando la cuerda, como la derechona propone, en lugar de producirse la desesperanza por la cual este pueblo ya ha pasado y por lo tanto superado, se puedan producir verdaderas catástrofes selectivas y colectivas, llevados por la ceguera, la pasión y la confusión de unos y otros. Parémoslo, en el nombre de la razón en la medida y la capacidad de cada cual. Lo contrario es una conspiración para el asesinato. -