Luesma no admite que «argala» sea victima
El Gobierno español,a través de sudelegado en Gasteiz,Paulino Luesma, hapuesto el grito en elcielo tras el acuerdodel Ayuntamiento deArrigorriaga parahomenajear de formaconjunta, como«víctimas delterrorismo», a dosvecinos muertos porETA y a su dirigenteJosé Miguel Beñarán,«Argala». Luesmadice que «actitudesasí son una afrenta alas víctimas delterrorismo». Cabededucir que para eldelegado sólo hay un «terrorismo»:el de ETA.
El 21 de diciembre del año 1978, en Angelu, una potente explosión dejó reducido a un amasijo de hierros el vehículo en el que se disponía a subir José Miguel Beñaran, Argala. El Batallón Vasco-Español asumiría el atentado mortal contra el dirigente de ETA. Los refugiados vascos en Lapurdi destacaron rápidamente la exhaustiva preparación del atentado: Beñaran acababa de cambiarse de piso, y ni siquiera sus amigos más íntimos sabían adónde se había trasladado. Los ejecutores del atentado sí tenían información detallada. Pero sobra decir que nunca hubo juicio ni culpables.En su localidad, Arrigorriaga, sí hubo un veredicto popular. El pueblo decidió dar a su plaza el nombre de Argala. El alcalde del PNV, Alberto Ruiz de Azua, se hizo eco ayer de esta cuestión para tratar de diferenciar su muerte y las del policía Manuel Fuentes y el taxista Fermín Monasterio, muertos ambos a manos de ETA en los años 1986 y 1969, y que para el primer edil «fueron olvidados por la memoria colectiva». La justificación acompañaba a la decisión del Ayuntamiento de realizar un homenaje conjunto a estos tres vecinos como «víctimas del terrorismo». El acuerdo, tomado por PNV-EA y EB frente al rechazo de PSOE y PP, no tardó en destapar la caja de los truenos. El delegado del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en Gasteiz, Paulino Luesma, entró en cólera nada más conocer el acuerdo a través de los medios. De entrada, Luesma ha exigido copia exacta del acta del Pleno. Apartir de ahí, amenaza con emprender «las oportunas acciones judiciales». Y es que para el Gobierno español «actitudes como éstas suponen una afrenta a la memoria de las víctimas del terrorismo». Queda claro que, para Luesma, José Miguel Beñaran no lo fue.
«Inaceptable equidistancia»
El delegado resaltó en un comunicado su «desacuerdo y rechazo ante actitudes como éstas, en las que, desde una inoportuna e inaceptable equidistancia, se coloca en el mismo plano al dirigente de una banda terrorista y a dos ciudadanos vilmente asesinados por esa misma organización».A Luesma no lo calman siquiera los matices introducidos en su iniciativa por el alcalde del PNV, en aras a evitar esa imagen de «equidistancia». Así, se ha comprometido a instalar una placa o realizar una ofrenda floral específica en memoria del policía y el taxista. Y el homenaje conjunto tendrá lugar en el frontón de Santa Isabel, el lugar donde el policía Fuentes fue abatido por ETA cuando jugaba a pelota. El Consistorio añade que tanto el militante abertzale víctima de la guerra sucia como los otros dos vecinos de Arrigorriaga muertos a manos de ETA figuran en la lista de «víctimas» del Parlamento de Gasteiz. Y defiende que «el recuerdo de su tragedia» es «la mejor manera de construir un futuro en libertad». -
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