Raimundo Fitero
Ultraje
A Pepe Rubianes le piden unos cuantos miles de euros por un delito tan abstracto en el siglo veintiuno como es, “ultraje a España”. La ingenuidad de los que estamos demasiado tiempo mirando al electrodoméstico esencial es tanta que creíamos que este lenguaje no aparecía ya ni en “Cuéntame cómo pasó”, esa serie tan abstracta, en el sentido de que deforma la realidad social y política para acomodarla a los códigos de una comedieta de costumbres que no aclara, ni declara, ni apoya ni da calambre. Ultraje, ¡qué palabra más antigua! Se podría entender que haya gentes de bien que consideren que la Justicia está siendo ultrajada por este retorno a la caverna tan espectacular en el que vivimos, pero cuesta encontrar una vía razonable para comprender que las banderas o las patrias puedan ser ultrajadas. No quisiera provocarme una hernia de hiato con tantas convulsiones que me producen declaraciones como las de Joseba Azkarraga sobre la aplicación de las leyes, pero claro, solamente alcanza su horizonte al señor Ibarretxe. El resto de sus conciudadanos estamos indefensos ante los excesos de los justicieros, y no se le escucha decir absolutamente nada. OT tiene ganadora. Una señorita llamada Lorena se llevó el cheque y el apoyo del programa, pero el negocio lo harán, como casi siempre, los que han quedado detrás. Al final, miembros del jurado llorando, apoyando descaradamente a algún concursante, mientras Risto Mejide, se ablandó, se derritió como un azucarillo y se dedicó, una vez más, a defenderse de los que decimos que tenía algo de pose, que estaba todo guionizado. Y lo repetimos. Y lo volveremos a decir aunque nos acusen de ultraje a OT. Es un negocio televisivo-musical, su papel en esta edición es el que se repite en otras versiones de este invento en otras televisiones, es decir que no es un genio, sino alguien que ha hecho bien su papel, posiblemente el triunfador de esta edición, pero suponiendo que él sea un señor muy ocurrente, con grandes dosis de improvisación, si a los responsables del programa no les hubiera interesado su rol, su mala leche, lo despiden y punto. Y recuérdese que siempre aparecía con papeles escritos a la vista. -
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