La OTAN tiene previsto instalar una base de operaciones de espionaje y de inteligencia en Zaragoza, lo que ha provocado la reacción de buena parte de la sociedad aragonesa mediante movilizaciones. La másnumerosa de ellas se produjo el pasado domingo cuando, a convocatoria de la Plataforma contra la Base de la OTAN, se manifestaronunas 10.000 personas.

Héctor Martínez, miembro de CGT y portavoz de la Plataforma, explica, en declaraciones a GARA, que la decisión sobre esta base se ha venido retrasando en los últimos meses. «En teoría, tendrían que haber decidido a finales de noviembre, cuando hubo una cumbre de la OTAN. Posteriormente, la decisión se iba a tomar en la cumbre de Sevilla [comienza el 8 de febrero], pero ahora dicen que se conocerá la decisión a finales de 2007», señala.

Juan Martín, que también es miembro dela Plataforma en representación de Chunta Aragonesista(CHA), destaca, además, que «no tenemos información concreta de los planes que tienen, porque ni el Ayuntamiento, ni la Diputación General de Aragón ni el Gobierno español han explicado claramente qué es lo que quieren hacer».

Por lo que se conoce, lo que se quiere construir en Zaragoza es«una base de logística y espionaje de la OTAN».

«Están desarrollando un nuevo sistema, el AGS, Sistema Guiado de Vigilancia sobre el Terreno, que ha sido impulsado por un consorcio transnacional de cinco empresas, entre las que está la española Indra. Básicamente, consiste en una serie de aviones, tripulados y no tripulados, que están conectados a unos satélites. Gracias a ellos, los mandos militares consiguen imágenes en tiempo real de cualquier punto del planeta. Además, les permite el seguimiento de objetos móviles», explica Héctor Martínez.

La base de este sistema, junto al ya operativo AWACS, es lo que se instalaría en Zaragoza.

Actualmente, la OTAN ya dispone de este tipo de bases, pero la elección de Zaragoza obedece a la necesidadde controlar el sur de Europa y el Mediterráneo. «Si algo tiene claro la OTAN, es que tiene que ser al sur de los Alpes y lo más próximo a Oriente Medio que pueda», señala Martínez.

La instalación de una base de la OTAN no es plato de buen gusto para ninguna ciudad, pero en Zaragoza destacan que un tercio del término municipal está destinado a instalaciones militares. «Todo ello, a pesar de que el Ayuntamiento ha declarado a Zaragoza como ‘ciudad de la paz’. Tenemos un campo de maniobras internacional, en San Gregorio. El aeropuerto, por ejemplo, jamás ha conseguidoconvertirse en una infraestructura con un nivel de vuelos adecuado para una ciudad comoZaragoza. No hay controladores civiles, sino militares, por lo que cualquier vuelo está siempre a expensas de las necesidades de los militares», denuncia Juan Martín.

Además, existe una base aérea que tiene las pistas de aterrizaje de donde parten los aviones que bombardeanlas Bardenas, en Nafarroa.

«Queremos que Zaragoza sea una ciudad de paz que contribuya a la resolución de los conflictos militares por cauces pacíficos y el diálogo. Además, estamos en contra de las políticas que ha puesto en marcha la OTAN y lo que esta organización representa. Junto a ello, denunciamos que hipoteca el desarrollo aéreo de la ciudad y coloca a Zaragoza en uno de los más altos niveles de riesgo en lo que se refiere a seguridad», resume el responsable de la Junta Comarcal de Zaragoza de la CHA.

La inversión prevista para poner el nuevo sistema de espionaje en Zaragoza asciende a 3.000 millones de euros, que prácticamente en su totalidad, iría a parar a las empresas multinacionales que han desarrollado la tecnología.

Juan Martín explica que PP, PSOE y el Partido Aragonés (PAR) están a favor de la instalación de la base, mientras que la CHA e IU se oponen. También están en contra numerosas organizaciones, como los sindicatos CNT, CGT y CCOO, asociaciones de vecinos, la Federación de Barrios de Zaragoza o colectivos ecologistas comoEcologistas en Acción. Todos ellos forman parte de la Plataforma contra la Base de la OTAN en Zaragoza.

En este sentido, tanto Juan Martín como Héctor Martínez denuncian que uno de los argumentos con los que se quisojustificar la instalación de la nueva base es que se iban a crear 4.000 puestos de trabajo en Zaragoza. «Con eso pretendían convencer a la ciudadanía de que no pasaba nada por tener en su ciudad el ‘cerebro de la OTAN’, desde donde se van a dirigir las agresiones a Oriente Medio. Aparte de que es un argumento indigno porque pretende justificar la guerra con beneficios económicos, es mentira de arriba a abajo. Los puestos de trabajo ya se han reducido a 1.100 y el Ayuntamiento de Zaragoza ya ha ofrecido un colegio bilingüe para los hijos de los trabajadores de la base», señala Héctor Martínez.

Más militares en la ciudad

La reversión en la sociedad de los 3.000 millones de euros que se van a gastar o la utilidad que los vecinos de Zaragoza vayan a tener de la tecnología militar que se va a instalar será nula a juicio de Martínez.

El portavoz de la Plataforma subraya que éste no es un problema que se limita a Zaragoza o a Aragón, «porque supone que van a colocar una base más en el Estado español» y recuerda que en la primera guerra del Golfo, la base de Zaragoza fue el lugar de donde partieron los bombarderos. «Como internacionalista, tenemos una obligación de solidaridad con aquellos pueblos que van a ser masacrados desde Zaragoza», insiste.

Los dos integrantes de la Plataforma contra la Base valoran muy positivamente la manifestación que reunió a 10.000 personas el pasado domingo en contra de la nueva base. En este sentido, Héctor Martínez destaca que «existe una tradición de lucha contra las bases militares de la OTAN. En Zaragoza ha habido durante muchos años una base dirigida por los americanos. Ahora, teóricamente, no la dirigen. Por eso, en Zaragoza existe una tradición de movilizarse en contra de la OTAN». -