IRUJO - GOÑI III 22
AGIRRE - ZEARRA 11

Duracion: 64 minutos. Marcador: 7-1, 10-2, 14-4, 18-7, 19-8, 20-10 y 22-11. Saques: 5 Irujo. Incidencias: Lleno en el frontón de Iscar.

Asier AIESTARAN

DONOSTIA

Martínez de Irujo y Goñi III redondearon en la localidad vallisoletana de Iscar su excelente actuación en la liguilla de octavos del Campeonato de Parejas. Gracias a la victoria ante Agirre y Zearra por un claro 22-11, los navarros despiden la primera fase sin conocer la derrota y afianzando su candidatura a repetir las txapelas logradas en 2005. Bengoetxea VI y Patxi Ruiz serán sus rivales en cuartos si éstos no ganan hoy a Gonzalez y Pascual en Bergara.

Pero el resultado final es algo engañoso. Si bien es cierto que la primera mitad del encuentro fue un auténtico paseo para los colorados, con insultantes ventajas como el 10-2 y el 14-4, los vizcainos se resistieron a dejar el recinto castellano-leonés, tras los más de 400 kilómetros entre pecho y espalda que supone jugar allí, sin echar el resto.

Esa pequeña rebelión coincidió con un tímido relajamiento por parte de Irujo y Goñi, lo que permitió ver los tantos más duros del encuentro y los errores más infantiles por parte colorada. De todos modos, incluso en esa fase, destacaron los dos pelotazos al rebote de los navarros ­uno de Fernando con enorme frescura­, el salvaje dos-paredes de Irujo para el 19-7 y otra dejadita en el ancho que suponía el 20-10.

Teniendo en cuenta que Oier Zearra no tuvo ayer su mejor tarde, al debutante Imanol Agirre no se le puede pedir más. El de Artea plantó cara al tricampeón de Ibero en los cuadros alegres y no cuajó un mal partido en labores defensivas, las más difíciles en una cancha tan rápida como la de Iscar. Pero de ahí a ganar un partido como el de ayer hay un gran trecho. Si la recuperación de Iñigo Leitza no se complica, el de Lemoa volverá a la competición en cuartos ante un rival que no conoceremos hasta el lunes.

Como no podía ser de otra manera, el encuentro lo terminó Irujo con una cortada espectacular en el txoko que arrancó los últimos aplausos de un público que se quedó con las ganas de ver un partido más emocionante en lo que se refiere al resultado final.