GASTEIZ
La citación a Juan José Ibarretxe, que tendrá que testificar el miércoles ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, marca un punto de inflexión en el discurso de Lakua frente a la Ley de Partidos Políticos. Tras casi cinco años en los que la Ertzaintza se ha encargado de ejecutar decenas de decisiones de los tribunales españoles contra la izquierda abertzale, el Ejecutivo de Ibarretxe advierte ahora por vez primera de que «el respeto y el acatamiento de decisiones judiciales no implica el silencio ni la cobertura incondicional de su contenido».Es una de las menciones que aparece en una solemne declaración institucional a la que dieron lectura ayer conjuntamente la portavoz del Gobierno de Lakua, Miren Azkarate, y el titular de Justicia, Joseba Azkarraga. El texto se hace público a cuatro días de la citación a Ibarretxe por reunirse con Batasuna, pero alude también a otras actuaciones jurídicas «de excepción» como la condena de doce años de cárcel al preso vasco Iñaki de Juana por dos artículos de prensa, los sumarios 18/98+ o el cierre de medios de comunicación.
En la declaración se recoge la «convulsión» y la «alarma» que provocan este tipo de decisiones judiciales, poniendo el acento en todas las derivadas de la Ley de Partidos. Así, se indica que ésta «ha propiciado una nueva forma de interpretar y aplicar las leyes», y se muestra estupor por que «el desbordamiento de los límites» ha llegado al punto de «poner bajo sospecha al Parlamento Vasco y al lehendakari».
«Las consecuencias han ido mucho más allá de lo que nadie hubiera imaginado, y la mancha de aceite de dicha legislación de excepción está ampliando progresivamente su cerco», detalla el texto dado a conocer por Azkarate y Azkarraga.
En referencia concreta al caso del lehendakari (un día antes deberán declarar por el mismo motivo tres mahaikides), la declaración critica que «se pretende sembrar la sospecha de que el propio lehendakari de todos los vascos comete un delito por reunirse para dialogar y reconducir problemas de normalización política».
«Paz del miedo»
El documento lanza algunas advertencias que no llega a concretar. Por ejemplo, apunta que «el respeto a la ley no es la paz del miedo, no es callar por si acaso, no es la sensación generalizada de que hay manifestaciones a las que uno no se puede adherir, ni reuniónes a las que no se puede acudir».«La lealtad con el Estado de Derecho no supone aceptar cualquier tipo de decisión judicial, sin derecho a la crítica», abunda el texto leído en euskara por la portavoz y en castellano por el consejero de Justicia de Lakua.
En la misma línea, el Gobierno de Ibarretxe quiere dejar clara la idea de que «ha defendido, defiende y defenderá a la Administración de Justicia como poder necesario e imprescindible de cualquier democracia», e incide en que su preocu- pación se deriva «de una minoría de decisiones que pueden acabar por vaciar la credibilidad y la estima social incuestionable de la Justicia».
La declaración presentada en Lehendakaritza asegura incluso que fijando esta posición el Gobierno de Gasteiz hace realmente una apuesta por la división de poderes, que entiende que está siendo vulnerada por decisiones judiciales como la de citar a Ibarretxe.
Como solución para todo esto, el Gobierno de Lakua plantea que el llamado Estado de Derecho «recupere las hechuras y los límites que justifican su legitimidad» y le demanda «seguridad jurídica y claridad de expectativas para que to- dos disfrutemos de los derechos fundamentales que nos corresponden como ciudadanos».
De Juana y 18/98
El escrito destaca sobre todo el caso de la citación a Ibarretxe, y argumenta que «son demasiados los casos para recordarlos todos». A continuación, hace alusión a algunas muestras de la «ampliación» de las legislaciones de excepción, como el de Iñaki de Juana y los sumarios 18/98+.«Los delitos de amenazas, como muestra el dramatismo del ‘caso De Juana’, la apología del terrorismo, los delitos de colaboración con banda armada, los delitos incluso de pertenencia a banda armada se van haciendo progresivamente más y más extensos», indica. Yconcluye que a día de hoy «nadie sabe ya hasta dónde se extienden las prohibiciones penales».
Por encima de todo ello sitúa la Ley de Partidos, de la que dice que «supuso la consolidación oficial de una nueva forma de entender el juego político, que llevaba aparejada una relectura restrictiva de quiénes podían y quiénes no podían hacer uso de los partidos como instrumentos de representación».
Lakua admite ahora que esta «relectura» implica «una legislación de excepción que condenaba a una parte muy significativa de la ciudadanía vasca a la invisibilidad política».
Imaz aclama a Ibarretxe: «Maite zaitugu,
lehendakari!»
La citación judicial puede contribuir curiosamente a reforzar la figura de Ibarretxe en el seno de su propio partido. El lehendakari fue ovacionado ayer en un acto jeltzale en Durango. Josu Jon Imaz proclamó que «es nuestro mejor líder», llamó a las bases a sumarse a la marcha de mañana en Bilbo y cerró su alocución con un sonoro «Maite zaitugu, lehendakari!». Ibarretxe le dio las gracias con gestos. -