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Pelotas y tejados

El Gobierno español no ha hecho nada de lo que tenía que hacer y ha hecho otras cosas que nunca debió hacer. Por ejemplo, lo que han hecho con Iñaki de Juana

Jon Odriozola - Periodista

Luego de un mes y pico del bombazo de ETA en Barajas, el meliorismo pequeñoburgués, es decir, los trabajadores autónomos y pe- queños propietarios, quieren que haya «paz" y que, en lugar de echarse las culpas unos a otros, se mire «hacia delante" y los «políticos arreglen esto". Es muy loable y comprensible esto. Pero irrealizable mientras el Gobierno español no ponga nada de su parte. Nueve meses de alto el fuego han demostrado, para quien lo quiera ver, que sólo el MLNV -como lo llamó Aznar- o la izquierda abertzale -como dice ahora el PSOE sin sarpullidos- había hecho gestos reales para facilitar el diálogo. Sucede que esto se ha interpretado como síntoma de debilidad y el Gobierno español lo entiende como una cuestión de orden público, es decir, algo ajeno a la política de altos vuelos o, como mucho, ofrezca a ETA una «paz por presos" -una cuestión «técnica"- como si ETA se haya dedicado a la lucha armada por espíritu deportivo. ETA nunca ha sido una organización «militar" sino «político-militar", es decir, con objetivos políticos. ETA asumió la Declaración de Anoeta e interiorizó suspender su actividad a cambio de un verdadero proceso de paz que conduzca a este pueblo a su soberanía si así lo decide. Es justamente esto lo que ningún gobierno español puede aceptar. No lo ha hecho jamás en la historia moderna salvo que le obligaran empleando el único lenguaje que, al parecer, entienden: la fuerza. Y ello contando con la colaboración de la burguesía nacional (¿) vasca, vendepatrias, que mira más por sus negocios que por la liberación nacional (burguesa, por supuesto) de este martirizado pueblo. Qué cosa sea «pueblo" y qué «clases sociales" lo dejaremos para mejor ocasión.

Se ha dicho -yo mismo lo hice en esta sección- que el Gobierno no ha hecho nada en este tiempo de tregua. No es exacto del todo. El Gobierno no ha hecho nada de lo que tenía que hacer y ha hecho otras cosas que nunca debió hacer. Por ejemplo, lo que están haciendo, como en los tiempos de la Inquisición, con Iñaki de Juana que hasta a Javier Pradera le ha sacado los colores (como lo ruborizaba Pepe Bergamín años ha y contaba, creo, el conspicuo y celebradamente memorioso José Félix Azurmendi).

No, no es cosa de olvidar quiénes son aquí los responsables. Aunque sólo sea para no repetir los mismos errores en el futuro. ETA declara un alto el fuego. El «Estado de derecho" -ya lo intuíamos- no. Aun así adquiere unos compromisos con la organización armada que no cumple si hacemos caso -y lo hacemos- a esta última. Y lo que extraña es el bombazo y no escandaliza el incumplimiento. Como si lo primero fuera causa y no consecuencia y efecto de esto último. ¿Impaciencia de ETA o pasividad perversa del Gobierno? ¿Quién es aquí el «inmaduro"? La pelota está en su tejado. Sólo del Gobierno depende hablar por fas o por nefas... A Hrant Dink, periodista armenio

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