Julia Montejo (Iruñea, 1972) estudió periodismo en su ciudad y cine en Los Angeles, California, donde fijó su residencia durante una década. Allí trabajó como guionista y en 2001 dirigió el largometraje «Sin retorno", una road-movie rodada en inglés que consiguió numerosos premios internacionales, entre ellos el ALMA, la versión latina de los Oscars. «Eva desnuda", su primera novela, se convirtió en una de las cinco finalistas del premio Ciudad de Torrevieja 2005. Actualmente, Montejo reside en Madrid donde ejerce de profesora de Guión e Historia del Cine, y escribe guiones para series televisivas.

Su novela atrapa al lector desde el comienzo. ¿Influencia de su profesión de guionista?
A mí me gusta mucho la literatura americana del siglo XX, que ciertamente está muy influenciada por el cine. Me interesa la literatura siempre que no sea aburrida, que te atrape, que te empuje a seguir pasando páginas, y creo que ésa es la única forma de contar algo; si no, da igual que tengas un mensaje interesante.

¿Cómo fue el proceso de escritura?
Acababa de terminar un trabajo como guionista en Estados Unidos y estaba un poco decepcionada del cine porque todo es muy laborioso, lleva muchísimo tiempo y depende muy poco de ti. Hacía tiempo que necesitaba escribir de otra manera que me resultara más satisfactoria. Estando en Minessota, rodeada de nieve, arranqué con la novela. Una vez que vi clara la historia y empecé, salió todo de un tirón, aunque cada vez que me salía trabajo tenía que dejarla aparcada.

¿Está de acuerdo en considerar «Eva desnuda" una novela del género negro?
No me lo planteo, yo escribí la historia que sentía que tenía que escribir sin pensar en el género. Es cierto que tiene mucho de novela negra, pero tiene también un trasfondo de muchas otras cosas: amor, pasiones... Creo que es una historia muy contemporánea y que cualquiera se puede identificar con los personajes.

Son personajes, todos ellos, que se encuentran muy solos.
Sí, pero es que yo creo que esta sociedad nos empuja a todos a la soledad y que muchas veces tenemos que hacer un esfuerzo para huir de ella, para ser felices.

¿Ve su novela llevada al cine?
Pues yo precisamente escribí una novela porque pensé que era el formato que necesitaba esta historia. Desde que la terminé, mucha gente me dice que ve en ella una película y también se ha interesado alguna productora. A mí desde luego no me gustaría llevarla personalmente al cine, yo ya terminé con ella, aunque me encantaría que lo hiciesen otras personas.

¿Por qué eligió el camino de los concursos literarios?
 Cuando terminé la novela me di cuenta de lo difícil que es publicar. La mandé a dos o tres concursos, entre ellos el Ciudad de Torrevieja, sin tener ni idea de cómo funcionaba el tema de los concursos y sin imaginar lo difícil que es quedar entre los finalistas. Después ya me he enterado de que un primer premio de un concurso de esa categoría no se lo van a dar nunca a un escritor novel porque la editorial tiene que amortizar las ventas. Cuando vi quienes éramos los finalistas, enseguida pensé que se lo darían a César Vidal, como luego ocurrió. Para mí el premio fue ser finalista porque luego me enteré de que es algo casi imposible si no tienes a un representante presionando.