Yakarta continúa anegada y 340.000 personas se han quedado sin hogar
Una gran parte de Yakarta, capital de Indonesia, seguía ayer bajo las aguas por las peores inundaciones de su historia reciente, que ya han causado, al menos, 29 muertos y han dejado sin hogar a 340.000 personas. Advierten del riesgo de aparición de enfermedades.
«Muchas personas han caído enfermas, pero no tenemos centros sanitarios en nuestras áreas", declaró una indonesia residente en el barrio de Jalambar a la emisora de radio Elsinta.
Diversos carros de caballos rescataron ayer a los residentes de uno de los barrios inundados de Yakarta. Augustina Rusli es una de las tantas personas afectadas por las fuertes inundaciones que comenzaron el viernes. Pasó cinco días sobre la terraza de su domicilio junto a su hijo de diez meses. Rusli no dudó en calificar de «terrible" la actuación del Gobierno.
Una gran parte de Yakarta, de 12 millones de habitantes, sigue aún anegada y 340.000 personas han perdido su hogar. Algunas zonas llevan tres días sin luz y sin agua. Se calcula que entre el 50 y el 75% de la metrópoli continúa bajo el agua mientras que la cifra de víctimas mortales supera la veintena. Las localidades próximas a la capital, como Tanggerang y Bekasi, también están en estado de alerta y permanecen colapsadas. El responsable de las operaciones de rescate y salvamento, Sihar Simanjuntak, advirtió que el nivel del agua «puede aumentar de nuevo y muy rápido".
Pese a las críticas, la ministra de Salud, Siti Fadillah, indicó a los medios que los servicios médicos están preparados para atender las apariciones de brotes de diarrea severa, cólera, fiebres tifoideas y sarampión. Fuentes de este Ministerio señalaron que se ha tratado a más de 50.000 afectados.
En escuelas y mezquitas
«Tenemos que estar alerta ante el riesgo de que salten enfermedades como las fiebres tifoideas, que se trasmiten a través de las ratas y de infecciones respiratorias", declaró Siti Fadillah Supari, que descartó «posibles riesgos de disentería".
Las autoridades han desplegado a 12.600 personas para repartir alimentos y medicamentos. La distribución se realiza en helicópteros y balsas neumáticas por zonas donde el nivel del agua llegó a superar los tres metros de altura.
El presidente de la Asociación Médica de Indonesia, Farid Afanza Moeloek, informó de que han empezado a repartir agua potable a los afectados en Yakarta y que el reparto se realizará durante toda la semana desde las 8.00 hasta las 18.00.
Los miles de damnificados se acumulan en escuelas, mezquitas y otras instalaciones en las zonas altas de la urbe que se han salvado a los diluvios. Las autoridades han marcado 122 áreas afectadas tan sólo en la capital, donde se mantiene el nivel de alerta máximo.
Las previsiones meteorológicas pronostican lluvias hasta finales de febrero. En vista de lo que está ocurriendo, los grupos de ecologistas han denunciado que el sistema natural de drenaje de la capital está considerablemente dañado debido a la construcción masiva de edificios y de grandes centros comerciales en los últimos años.
«Es un fenómeno natural", dice el gobernador
El Gobernador de Yakarta, Sutiyoso, rechazó ayer las críticas y justificó la calamidad argumentando que se trata de un «fenómeno natural" que se repite cada lustro. Por contra, el ministro indonesio de Medioambiente, Racmat Witoelar, atribuyó la culpa de la catástrofe a una «pobre" planificación urbanística. El diario «The Yakart Post" recogió la opinión mayoritaria de la población en un artículo titulado «El desastre de las inundaciones es el legado inaceptable de Sutiyoso".
«Nos guste o no, las grandes inundaciones que han anegado Yakarta y han puesto a la ciudad al borde de la parálisis, así como las miserias de los últimos tres días, será el gran legado de sus diez años de reinado", escribió Endy M. Bayuni. «Si alguna cabeza debe rodar por el mal manejo del desastre es la de Sutiyoso y sólo la suya", concluyó.
Sutiyoso ha sido fuertemente criticado por intentar quitar importancia a las peores inundaciones en la historia moderna de la capital y decir que son «un fenómeno natural". En su defensa, lo único que alegó fue que el día que comenzaron las inundaciones, se despertó «a las tres de la mañana para intentar rescatar a los damnificados".
sistema dañado
En vista de lo ocurrido, grupos ecologistas han denunciado que el sistema de drenaje de la capital está fuertemente dañado a causa de la construcción masiva de edificios y grandes centros comerciales en los últimos años.