Para envolver el bocadillo del domingo
Imanol AMIANO
Pues no. Resulta que el periódico, al menos la página 39 de ayer, sirve aún para, al menos, envolver el bocata, no es papel mojado, al menos aún: por de pronto, habrá semifinal vasca. Y quién sabe, quizá, como lo fue el año pasado Trias, cuando nadie se lo esperaba, el jugador más valioso sea Vidal. Ayer, desde luego, demostró que es otro jugador. A su habitual intensidad atrás, su buen estado físico, por fin, le permite claridad y confianza: magnífico en el lanzamiento, con muy buena selección de tiro y ayudando mucho en el rebote. Y eso que sus compañeros estuvieron a punto de estropearme el vaticinio.
Duelo pestoso, que dirían los ciclistas, con equilibrio casi hasta el final y en muchos de los enfrentamientos: en el duelo de encintados, tablas entre McDonald y Santiago; en el de los cuatros con tendencias exteriores, tablas también entre Teletovic y Gabriel. Sin embargo, la manifiesta superioridad de N'Dong (eso sí, siempre con ayudas. Medio lesionado, el pobre) sobre un Splitter agobiado y, sobre todo, Haislip sobre cualquiera que se le acercara, parecían dejarme en evidencia. Sin embargo, Rakocevic -todavía no me creo que fuera el más valorado de los baskonistas-, el «ídolo local» y un alucinante -¿alucinado?- Muoneke, inclinaron la cosa por fuera.
Y habrá semifinal vasca, vaya si la habrá, porque el Iurbentia cree en lo que hace, ¡vaya si lo hace! Zarpazo a zarpazo, la pantera negra hizo tambalearse al campeón, que, eso sí, se mantuvo en pie hasta el final gracias a Lakovic y Trias. Huertas y un Weis inmenso -no es un chiste fácil- fueron el contrapunto, y el resto sumó más.
Para que me acreditaran como augur, mañana debería ganar el Baskonia -por lo del MVP de Vidal, no por otra cosa, mal pensados- y así la página 11 de hoy serviría para el bocata de pasado mañana.