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«Que se hable más del cómic no quiere decir que alcance un mayor prestigio»

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Luis Durán

autor deL cómic «Aljebra»

Residente en Madrid, Luis Durán nació hace cuarenta años en Oñati. Quiso dibujar y dibuja, siendo hoy por hoy, uno de los autores de cómic más singulares e interesantes de nuestro panorama. En 2004, consiguió que por primera vez un cómic, «Antoine de las tormentas» fuera finalista del Premio Euskadi de Literatura. «El martín pescador» es su último álbum, editado en Dolmen.

Anartz BILBAO | BILBO

Ultzegin Komikiak inició recientemente su andadura editorial enfocada al cómic de adulto en euskara, y se estrenó con el exquisito álbum «Aljebra», obra del oñatiarra Luis Durán con traducción de Antxon Ugarte. Publicación que GARA aprovecha para hablar con el autor sobre el cómic, un medio injustamente desprestigiado.

¿Estudió Bellas Artes con vistas a dibujar cómics?

Tenía muy claro que quería dedicarme al cómic desde sexto o séptimo de la EGB. Coleccionaba tebeos de la Marvel (superhéroes) y también cómics del Capitán Trueno, el Jabato... hasta que llegué a lecturas menos estereotipadas, al cómic de autor, a través de editoriales catalanas e italianas que estaban editando aquí las páginas de autores americanos, italianos e incluso el material de muchos autores españoles que durante la dictadura se habían visto obligados a trabajar para el extranjero para subsistir. Así entré en contacto con el trabajo de Bea, Corben, Pratt, Breccia...

Comenzó publicando en fanzines y revistas como el TMEO.

Cuando publiqué la serie Perry Masón en el TMEO era la primera vez que se me daban el espacio y la difusión necesaria para desarrollar un personaje propio. Además, fue un placer conocer a Kini o a Ernesto Murillo, entre otros, ya que ellos llevaban muchos años editando sus páginas de manera profesional y pude así hablar con gente con las mismas inquietudes pero con mucha más experiencia. En el TMEO estuve publicando historias autoconclusivas de 2, 3 o 4 páginas con personajes fijos cerca de diez años. Perry Mason también se estuvo editando con bastante regularidad en las revistas «Aizu!» y «HabeKomik».

Dibujó también para la revista «Makoki»...

En cuanto a «Makoki», recuerdo como cogía el autobús desde Bilbao a media noche para poder estar en Barcelona a las ocho de la mañana y mostrar mi trabajo a los editores catalanes. Fui muchas veces a Barcelona, no sólo para ver a Carulla, editor de «Makoki», sino también para hablar con otros editores. Fue la primera vez que publiqué fuera del País Vasco. Después vino el «Monográfico de Burgos», «La golondriz», etc. Era agradable empezar poco a poco a saltar de los fanzines a revistas de mayor tirada. Por aquel entonces también comenzaba a aparecer en diarios por medio de tiras y medias páginas. También publiqué una pequeña temporada en «Egin», «Diario Vasco», «El correo»...

... y para los niños en «El País».

Sí, publiqué la serie «Alicia encantada» durante varios meses en «El Pequeño País». El contrato era para unos meses solamente. Hay varios editores que me han ofrecido recopilarlo en formato álbum pero antes me gustaría añadir algunas páginas más para que el álbum también incluya material inédito.

¿Cómo recuerda esos orígenes? Fueron tiempos emocionantes donde la mayor preocupación (obsesión) era lograr una calidad gráfica profesional. Después, te das cuenta de que, con trabajo, todo llega a su tiempo y casi sin darte cuenta.

Ahora es un autor prolífico que publica en diversas editoriales. No es necesario estar atado a ninguna editorial de por vida. He tenido la fortuna de poder variar de editores que te llaman para proponerte cosas o te los encuentras en Jornadas de Cómic. Por ejemplo, el libro que estoy haciendo ahora lo podría haber publicado en cuatro editoriales. Si cumples con los tiempos de entrega y con las expectativas del editor en lo que se refiere a ventas, no tienen ningún problema en volverte a editar aunque hayas publicado con otros recientemente. Tampoco creo que sea bueno que un editor piense que no tienes más opciones que ser parte de su equipo editorial.

Hemos visto un álbum suyo en París. ¿Se traduce su obra?

Sí, ya he publicado dos libros en el Estado francés: «Antoine de las tormentas» y »La ilusión de Overlain». El editor está muy contento con las ventas y me ha pedido un tercer álbum. Estoy satisfecho de poder continuar publicando allí, ya que es un mercado muy difícil para autores no franceses. Según «l'Association de critiques et journalistes de BD» en 2007 se editaron 4.313 álbumes en el Estado francés y de éstos, solamente 24 eran traducidos del español. Así que la publicación de un tercer álbum en tres años me parece un logro importante. También he publicado en portugués en el diario Barlovento, y en castellano en Chile, México... Pronto sacaré un álbum en Italia. Por cierto, una vez (o dos) incluso he publicado en bable asturiano...

Algunos consideran tosco su dibujo y otros dicen que tiene un estilo definido e identificable.

La verdad es que aquí estamos acostumbrados a un tipo de dibujo más clásico y cuando comencé a publicar había lectores a los que les chocaba un tipo de dibujo distinto, más expresionista. Este tipo de dibujo me ayuda a definir más el carácter de los personajes que viven en el argumento. Ahora dicen que no pueden imaginarse un guión mío con otro estilo de dibujo. En el Estado francés, en cambio, en las críticas de mis álbumes resaltaban el dibujo. También parece gustarles en Italia.

Al fin y al cabo es usted un contador de historias.

Sí, me considero un contador de historias, pero me gusta también dibujarlas y ver qué aspecto van tomando sobre el papel los personajes y paisajes que conforman el guión escrito previamente.

«Caballero de espadas», «Aljebra»... ¿Cuál es su álbum más especial y querido?

Los citados son de mis favoritos. Ahora ya casi que me quedo con «Volátil», una narración sobre el sortilegio de escribir. Es un libro editado por Ediciones De Ponent (Alicante). También me quedaría con «El Martín pescador» editado por Dolmen (Mallorca), un libro sobre espejos y reflejos y también sobre ciudades a las que no llega el sol.

¿Cuál es, a grandes rasgos, su método de trabajo?

Trabajo en un formato A-3. Tras tener el guión escrito realizo un storyboard y lo dibujo a lápiz. Cuando tengo la historia a lápiz, calco los lápices con rotrings del 3, 4 y 5 y con pinceles con la ayuda de una mesa de luz. Después escaneo las páginas ya entintadas y las maqueto.

¿Tiene alguna otra pasión artística confesable?

Sí, me gusta la pintura y la guitarra.

¿Y el cine? Es un arte que ha seducido a muchos dibujantes.

Me gustaría mucho escribir el guión y el storyboard de alguna película pero después volvería al cómic que es mi medio de expresión favorito y el que, para mí, posee mayores posibilidades expresivas.

El cómic ha estado durante muchos años minusvalorado, ¿está hoy en auge?

Sí, tal vez da esa impresión desde fuera. Se observa que se habla más de cómic en la prensa escrita, se crean nuevos salones, hay blogs que se ocupan del tema... Pero que se hable más de un tema no quiere decir que se alcance un mayor prestigio.

A veces, puede dar lugar a lo contrario, ya que existen otros intereses económicos, como crear un nuevo Salón, no para favorecer al cómic y a los autores, sino por intereses de los organizadores o editores que quieren promocionar a sus autores, o cuya finalidad es recibir subvenciones del ayuntamiento u organismo de turno, cuando parte de ese dinero debería llegar a los autores. En todos estos casos y alguno más, el cómic, los autores y los lectores a los que verdaderamente les gusta el género, salen perdiendo.

 
«Por medio de la novela gráfica, se busca a un público que actualmente consume literatura»

¿De qué trata «Aljebra»?

Cuento la historia de un profesor de álgebra que, tras una separación matrimonial, abandona su trabajo como docente y se abisma en la investigación de leyendas artúricas a través de sus novelas. Intentarán arrancarlo de este mutismo un par de periodistas que se acercarán hasta su casa en Irlanda para entrevistarlo. En este libro trenzo varias historias; monumentos druídicos con bosque, realidades con sueños... Es mi primer libro en color. Seguramente habrá más, aunque tampoco considero muy necesario colorear los libros. El blanco y negro va muy bien para las historias que escribo.

Es su primera y única obra traducida al euskara.

Anteriormente había publicado bastantes historietas en euskara, publicadas en «Aizu!», «HabeKomik» y «Habe», pero hasta la fecha no había tenido la oportunidad de publicar un álbum en euskara. En cuanto me lo propusieron acepté y aquí está «Aljebra». He quedado muy contento con la traducción de Antxon Ugarte, con el prólogo de Edorta Jimenez y con la edición de Ultzegin Komikiak.

Parece que le seduce el mundo medieval.

He realizado varias historietas ambientadas en el medievo, pero también he dibujado westerns, historietas góticas... y realmente siempre es un pretexto, una excusa para lo que creo que interesa realmente, que es crear personajes vivos, creíbles, con los que el lector se identifique.

¿Es optimista respecto al futuro del género?

En cuanto a la situación del formato álbum, es decir, formato álbum europeo, salvo excepciones tipo Tintín o Asterix, que son ya ellos mismos una institución, creo que poco a poco desaparecerá para dar paso a cómics de 300 o 400 páginas, con formatos similares a los libros. Y, es que, tanto editores como distribuidores están intentando ahora a las grandes plataformas comerciales (Fnac, Corte Inglés, etc.) buscando un público que ahora mismo consume literatura. Los formatos tienden hacia tebeos con un continente que no se distinga prácticamente de un libro, es decir, novela gráfica.

Le habrán dicho... ¿porqué perder el tiempo dibujando?

Estoy muy contento de haber tenido la suerte de poder dedicarme a lo que me gusta, ¿qué más puedo pedir?A.B.

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