«Si alguien recurre a la vía judicial, ya puede dar por rematado su caso»
Salvador Asenjo es abogado colaborador de la asociación El Defensor del Paciente en Donostia, Iruñea y Gasteiz. Su amplia experiencia le dice que recurrir a la vía judicial por casos de listas de espera supone añadir más tiempo de espera.
«El tema judicial está casi peor que el de las listas de espera. Si alguien que quiere resolver un problema de listas de espera recurre a una reclamación judicial, puede dar por rematado su caso, porque entonces nos metemos en una dinámica de tramitación de reclamaciones donde no hay forma de dar solución a ningún problema». Ésta es la opinión de Salvador Asenjo, abogado colaborador de la asociación El Defensor del Paciente en Donostia, Iruñea y Gasteiz.
Su experiencia en estas tres capitales le dice que el problema de las listas de espera es «generalizado» y que en los últimos años se ha producido una «sobrecarga», sobre todo en la asistencia primaria. «Hay problemas de todo tipo. Falta personal, faltan medios y hay un mal funcionamiento de los instrumentos informáticos de organización, que son los que canalizan todo el sistema de listas de espera. Pero es que además –añade este abogado– se han generado una serie de problemas adicionales, como el envejecimiento de la población y la afluencia de numerosas personas desde otros países que se incorporan como consumidores de una sanidad que no ha tenido prevista esta afluencia. Todo ello hace que cada vez sea más acuciante el problema de las listas de espera».
A juicio de Salvador Asenjo, uno de los principales problemas derivados de las excesivas listas de espera es que las terapias médicas no se aplican «en su debido momento» y que «haya personas que al final tengan que recurrir a la sanidad privada, porque sus problemas de salud son lo suficientemente importantes como para no poder esperar cuatro, cinco o seis meses para iniciar el tratamiento».
Buena parte de los clientes que acuden a este abogado lo hacen, precisamente, para reclamar los daños generados por las listas de espera, ya que no han podido recibir terapias a tiempo o se han agravado problemas que inicialmente habrían podido tener una solución.
«En muchos casos no ha existido una mala praxis por parte del facultativo que ha atendido al paciente, sino que la responsabilidad es imputable al organismo sanitario público por una mala organización en el sistema de atención al paciente», aclara Asenjo.
Este abogado también constata el «miedo» generalizado de los pacientes a dar testimonio público de sus casos, por las repercusiones negativas que puedan tener para ellos tanto en el ámbito médico como en el judicial.I.V.ꆱ
