Tras un periodo en el que ha permanecido en silencio, Anitzak Ekimena reapareció ayer para trasladar a la opinión pública vasca que se reafirma en su voluntad de impulsar una resolución democrática al conflicto que sufre Euskal Herria.

En una rueda de prensa ofrecida en Gasteiz, integrantes de esta iniciativa ciudadana denunciaron la «conculcación de los derechos civiles y políticos más elementales» por parte del Estado español, lo que les lleva a concluir que «en estos momentos no se dan las condiciones mínimas como para poder hablar del español como de un Estado de Derecho». Por esa razón, anunciaron que trasladarán esa situación que consideran «antidemocrática» a los gobiernos y las sociedades «de nuestros países de origen», para lo que desarrollarán acciones ante sus embajadas y consulados, «como la que tendrá lugar el próximo miércoles a la mañana ante el Consulado alemán» en Bilbo.

Anitzak, que nació hace ya un año «como una iniciativa ciudadana formada por personas nacidas o venidas de fuera de Euskal Herria, pero residentes aquí, con la intención de respaldar, en la medida de nuestras posibilidades, el proceso de diálogo abierto para tratar de alcanzar una solución democrática al conflicto político que padecemos en este país», manifestó que «al igual que entonces» sigue pensando que para alcanzar una solución «el único camino posible sigue pasando, necesariamente, por un diálogo sin exclusiones y el compromiso de las partes para respetar los derechos de todas las personas».

«No lo entendemos»

Tras destacar que entre esos derechos se incluye la decisión libremente expresada por la ciudadanía vasca, los representan- tes de Anitzak dijeron «no entender que un Gobierno que se llama a sí mismo democrático no pueda cumplir esas condiciones, y que su única respuesta a esa demanda sea la restricción de libertades y la represión».

«Cuando muchas de las personas que participamos de esta iniciativa estamos trabajando en otros ámbitos para que no se discrimine a las personas en función de su procedencia, tal como ocurre en el caso de las y los inmigrantes, no podemos más que asistir con perplejidad al hecho de que cada vez sean más amplios los sectores de esta sociedad que también ven conculcados derechos tan básicos como el de libre asociación, manifestación e incluso el de sufragio, tal y como podemos constatar estos días», en clara referen- cia a la persecución que sufre el independentismo vasco.