Los rojillos no suman lejos de su estadio desde que ganaron en Riazor el 2 de diciembre pasado
Agotar la sequía visitante en un estadio no tan fiero
El Villarreal, que ya es tercero, ha cedido puntos en la mitad de los partidos que ha jugado en su campo
VILLARREAL-OSASUNA
Natxo MATXIN | IRUÑEA
Desde hace tres meses, Osasuna no rasca bola fuera de su estadio. Durante ese tiempo, los rojillos han protagonizado de todo, algunos encuentros para haber cosechado algo positivo y otros para olvidar. La realidad es que el 2 de diciembre del año pasado fue el último día en el que los navarros sumaron a domicilio tres puntos ante el Depor en Riazor.
Y con esa tarjeta de presentación visitan El Madrigal, un estadio que tampoco se ha prodigado esta temporada en dar alegrías a sus hinchas. El Villarreal ha cedido puntos en la mitad de los encuentros que ha disputado en su feudo, de hecho los dos últimos, ante Mallorca y Racing, acabaron en empate.
Aunque el Cuco tampoco quiso enseñar sus cartas en el último entrenamiento previo al choque, casi todo apunta a que los cambios, de haberlos, serán mínimos. Las posibles variaciones pivotan en torno a Javi García. El murciano podría repetir en el doble pivote con Puñal, retrasar su posición a la defensa -en detrimento de Krutxaga-, o sentarse en el banquillo.
Caso de que se diera esta última opción, el elegido para acompañar al capitán uhartearra sería Martín Astudillo, quien ya ensayó ayer en el eje de la medular y que se estrenaría en la titularidad con la escuadra navarra.
Otra lesión de Delporte
Definitivamente Osasuna no está teniendo suerte con las lesiones esta temporada. Después del gravísimo contratiempo que sufrió Margairaz en el envite amistoso de entre semana, la última sesión de la semana provocó otras tres nuevas bajas, en esta ocasión de hombres que no están siendo los más utilizados.
Así, en su enésima dolencia muscular de los últimos tiempos, Delporte sufrió una sobrecarga en el bíceps femoral de su pierna izquierda, que le obligó a retirarse junto a Manuel Pérez Etxarri, ayer responsable médico del club. Lo mismo le ocurrió a Pandiani, aquejado de una sobrecarga en el adductor de su pierna izquierda, y a Corrales, quien sufrió una contusión en la cara externa de su muslo izquierdo. Los tres serán valorados de nuevo mañana.
Sobre el partido todavía planea el 1-4 que Osasuna le endosó el año pasado al Villarreal, quien se vengó con la misma moneda ante los rojillos cuando les devolvió visita en El Sadar.
«La sensación que tenemos es que hacemos muchas cosas bien fuera de casa, pero algo haremos mal cuando no sacamos puntos, creo que nos está faltando la solidez necesaria», comentó Ziganda al analizar la última trayectoria foránea del equipo.
Y en esa ausencia de consistencia, un apartado doloroso, como es el que los rojillos hayan perdido algunos partidos en jugadas a la contra, «como nos ocurrió ante el Recreativo, Murcia y Levante».
El Cuco espera que esta atípica semana no repercuta, sobre todo en los más jóvenes, «a los que hay que arropar cuando las cosas vengan mal dadas».N.M.
Tanto el de División de Honor como el de Liga Nacional, los juveniles rojillos consiguieron imponerse con solvencia a sus rivales. El primero ganó al Varea a domicilio (0-2), siendo expulsado su técnico, Miguel Merino, y Mediavilla. Los segundos vencieron (2-0) al Burladés.
Un apartado en el que algunos jugadores rojillos deberán andarse con cuidado es en el de las amonestaciones. Puñal, Azpilikueta y Javi García acumulan cuatro tarjetas amarillas y cualquier entrada podría provocar que fueran sancionados de cara al choque contra el Almería.