Vuelven a pedir la protección de la mina Agruminsa de Gallarta, símbolo del patrimonio minero
Hace cinco años se realizó una primera petición para dar protección legal a este bien cultural, pero Lakua no respondió, a pesar de que es un lugar clave en la historia de la minería vasca.
GARA | BILBO
La Fundación Museo de la Minería de Euskal Herria ha solicitado nuevamente al Gobierno de Lakua, al amparo de lo dispuesto en el Artículo 11 de la Ley 7/1990 de Patrimonio Cultural Vasco, la declaración de Bien Cultural Calificado, de la Mina de Agruminsa (mina de Concha II) en Gallarta (Abanto). El objetivo de esta petición es conseguir finalmente un estatus de protección legal para esta mina, que constituye el mejor y más notable ejemplo de la historia de la minería del hierro en Euskal Herria.
La primera petición se realizó hace ya cinco años, pero en este tiempo no se ha tomado ninguna medida para que el enclave pase a ser considerado «de interés cultural». «Ha llegado el momento de que el Gobierno Vasco se implique de verdad en la protección del patrimonio del hierro de Bizkaia -señala la Fundación Museo de la Minería, en una nota enviada a los medios de comunicación-. La mina de Gallarta es ya un símbolo del patrimonio minero para el conjunto de la sociedad vasca y recibe anualmente miles de visitas de personas interesadas en conocer y conservar este patrimonio». En el lugar donde se ubica la explotación que se quiere proteger, se encontró en su día el pueblo de Gallarta, destruido precisamente por la actividad minera que le dio origen. Por ello, «esta mina está considerada como un lugar clave para el recuerdo de los miles de mineros que trabajaron y se dejaron incluso la vida explotando el mineral que permitió el desarrollo económico del País Vasco».
Patrimonio cultural
El Museo de la Minería considera «imprescindible» la declaración de Bien de Interés Cultural, con las consecuencias que conlleva, para la conservación de la mina y para el desarrollo del proyecto de Parque Cultural de la Minería de Euskal Herria. Varias administraciones, entre las que se encuentran el propio Gobierno de Lakua, la Diputación Foral de Bizkaia o el Ministerio de Cultura, han aportado notables recursos económicos para este proyecto que «permitirá la puesta en valor de este patrimonio cultural de todos los vascos».
La Fundación Museo de la Minería considera que la corta es el «eje vertebrador de este nuevo uso para el patrimonio minero del País Vasco, siendo la huella que nos ha dejado la actividad minera de esta cuenca, y totalmente necesaria para comprender el proceso de industrialización de todo el país que pretendemos transmitir de generación en generación». La Fundación declara, además, su apoyo a las manifestaciones del alcalde de Abanto, Manu Tejada, quien se ha mostrado en numerosas ocasiones favorable a proteger esta mina «por el especial significado y valor que tiene para el conjunto de los vizcainos». En su nota, esta asociación espera «una pronta actuación del Gobierno Vasco, que no puede hacer oídos sordos a lo que es ya una masiva petición popular que cuenta además con el respaldo de numerosas instituciones y entidades públicas y privadas».
En este lugar que se quiere proteger se encuentra el punto a menor altitud de toda Euskal Herria (a cielo abierto), a 20 metros bajo el nivel del mar. La actividad minera en Bizkaia ha dejado un rico legado en forma de restos industriales distribuidos por distintos puntos de toda Meatzaldea, que el Museo de la Minería está recuperando y conservando para difundir la historia minera.