La Real tiene hoy la última oportunidad de abrir el abanico de posibilidades al ascenso y de meter en la pelea al Málaga. Una victoria en La Rosaleda permitiría recortar a cinco puntos la desventaja con los malacitanos -el average a favor- y eso a falta de siete partidos no es una renta definitiva. Por contra, una victoria local ampliaría a once la diferencia y en Málaga podrían celebrar casi el ascenso hoy.

Eso es lo que pretende el club andaluz, que espera llenar La Rosaleda con una serie de medidas entre las que destacan los 14.000 dulces que repartirá entre los asistentes. Ante el Sporting fueron cerca de 25.000 los que vieron el triunfo de los de Muñiz y hoy se espera una entrada cercana a los 30.000.

La Real debe conseguir que la dulzura de la merienda que dará el Málaga a sus aficionados se amargue con una derrota del equipo más fuerte en casa. Para conseguir la victoria Lillo no renunciará a la idea defendida en los últimos partidos y seguirá con el trío de mediocentros formado por Garitano, Martí y Aranburu. Muchas de las críticas se centran en esta elección, pero uno está de acuerdo con ella. De una forma similar, por ejemplo, jugaron en Anoeta Numancia y Málaga. Eso permite fijar bien las posiciones de los dos pivotes y del media punta rival. El problema está en que esa forma de jugar necesita de la aportación de jugadores de banda, de los laterales y los dos jugadores avanzados, y no parece que en la banda derecha se elija a los más indicados.

Díaz de Zerio, ¿en la derecha?

Cope Gipuzkoa aseguró que en el entrenamiento de ayer realizado a puerta cerrada Díaz de Zerio, Delibasic y Nacho formaron con los titulares y que serán los tres jugadores más adelantados. Sería el segundo partido que el donostiarra jugara por la derecha después de la triste experiencia del primero de Liga en Anoeta contra el Castellón.

No parece una buena idea, tampoco la de prescindir de un lateral como Carlos Martínez, que ayer ni tan siquiera entró en la lista de convocados. Con respecto a la última se cayeron el navarro y Larrea, y en su lugar entraron Estrada y Ansotegi.

De confirmarse ese once, su media de edad sería de 27,1 años por los 22,9 del que ganó al Málaga en la primera vuelta en una situación crítica tras la peor serie de la temporada de cuatro puntos en seis partidos. Hoy la Real llega con una racha similar, sólo un punto más, y ojalá se vuelva a romper ante el mismo rival. Porque es tan importante la victoria hoy que será bien recibida aunque jueguen los más veteranos del equipo. Parece que Lillo apuesta por jugadores con más experiencia y será bueno que acierte en su planteamiento y que lo hagan bueno sus jugadores. Porque tampoco la responsabilidad de lo que pase hoy puede recaer sólo en el entrenador, al final son los jugadores los que ganan o pierden.

Eso es a lo único a lo que nos podemos agarrar los guipuzcoanos, a que dependemos de los jugadores, que es lo mejor que tiene la Real. En las situaciones críticas el grupo ha respondido y la de hoy es la más difícil de toda la temporada porque ya no hay margen para el error. Y del resultado de hoy va a depender mucho el futuro. Ganar permitiría dormir en puestos de ascenso y meter presión al Sporting, que juega mañana en un campo difícil como el del Cádiz. Y lo negativo que se ve todo en Gipuzkoa ahora se puede tornar en positivo. Por eso sería maravilloso que la Real gane hoy.