Turquía y Armenia inician un deshielo tras un siglo de tensión
El presidente turco, Abdulah Gul, efectuará hoy una visita histórica a Armenia con motivo de un partido clasificatorio para el Mundial de fútbol. Ankara busca consolidar su creciente papel en la región. La crisis de Georgia ha forzado a Erevan a fijarse en su vecino turco, enemigo histórico desde el genocidio armenio en plena I Guerra Mundial. Coincidencias mágicas.GARA |
La decisión del presidente turco, Abdulah Gul, de aceptar la invitación para viajar hoy a Armenia para asistir al partido de fútbol entre ambas selecciones de clasificación para el Mundial 2010 ha sido calificada de histórica. Es la primera vez que un jefe de Estado turco visita el país desde su creación en 1991 tras a caída de la URSS.
La prensa turca ha saludado la visita, que incluirá un encuentro entre Gul y su homólogo, Serge Sarkissian, aunque ha especulado sobre el malestar de Azerbaiyán, país turcomano enfrentado con Armenia por el conflicto de Nagorno-Karabaj. El primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, aseguró que evocó la visita «con mi hermano (el presidente azerí) Iham Aliev».
La oposición kemalista, desde los socialdemócratas del CHP hasta la ultraderecha del MHP, ha denunciado la visita a un país que acusa a Turquía de genocidio y que no reconoce sus fronteras.
Creciente peso regional
Los analistas aseguran que la visita es un paso más en la ofensiva de Turquía para convertirse en un interlocutor clave en la gestión de las crisis regionales.
Desde hace meses, la diplomacia turca multiplica sus buenos oficios mediando en las negociaciones entre Siria e Israel y entre Irán y las potencias occidentales en torno a su controvertido programa nuclear. En la reciente crisis de Georgia, Ankara ha propuesto la creación de un foro de cooperación sobre el Cáucaso.
Pero para convertirse en «fuerza de paz creíble». Turquía debe normalizar relaciones con Armenia.
Ankara y Erevan no tienen relaciones diplomáticas por la cuestión del genocidio armenio en la I Guerra Mundial. Con motivo de la crisis de Nagorno-Karabaj, Turquía cerró su frontera con Armenia en 1993.
Por de pronto, Armenia ha saludado el proyecto turco de foro sobre el Cáucaso. Y es que la crisis georgiana podría impulsar a Erevan a acercarse a Ankara.
«Armenia necesita a Turquía. Es su única vía de acceso al resto del mundo. Georgia no es segura», recuerda Sedat Laciner, especialista de relaciones internacionales del instituto USAK.
En todo caso, todo apunta a que el acercamiento será lento. Sectores en ambos países se resisten. Pero el encuentro, aunque sea con motivo de un partido, abre una nueva vía.
Inquietas por la pujanza de Irán en la región, las monarquías del Golfo han firmado estos días un acuerdo para reforzar su cooperación política,económica y militar con Turquía.