De momento han sido censados 135 afectados con el virus A (H1N1) en el oeste de Japón, donde las autoridades han ordenado a las escuelas cerrar sus puertas durante cinco días.

La cifra de enfermos ha aumentado exponencialmente desde el sábado en las prefecturas de Osaka y Hyogo tras el anuncio de la contaminación de un estudiante en Kobe, primer caso de infección interna.

Hasta ahora se habían diagnosticado cuatro casos, pero se trataba de tres estudiantes y un profesor que volvían de Canadá.

Aunque no se han detectado casos en la megalópolis del Gran Tokio, el Gobierno ha advertido de que podría haber cientos de infectados.

Según los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la aparición de un tercer foco autónomo en Japón podría justificar la declaración de la alerta máxima (6) que anunciaría la aparición de la primera gran pandemia gripal del siglo XXI.

No obstante, la directora de la OMS, Margaret Chan, señaló ayer que, de momento, se mantiene el nivel 5, decretado a finales del mes de abril.

La OMS celebra desde ayer su asamblea general anual, con expertos de 193 países. La reunión sólo durará hasta el viernes, la mitad de lo previsto.

Margaret Chan advirtió, eso sí de que el mundo tiene «todas las razones para temer» una interacción del nuevo virus con otros virus, lo que podría convertirlo en mucho más peligroso.

«No debemos olvidar que el H5NI (gripe aviar) está presente en muchos países y no sabemos como podría comportarse en presencia de un número importante de personas contagiadas con el H1N1», manifestó.