Maite SOROA | msoroa@gara.net
Las explicaciones, en «El País»
Cuando aún se mantiene el shock por las impresionantes imágenes de Donostia, al editorialista de «El País» le ha tocado la delicada tarea de «explicar» el despropósito dirigido por Pérez Rubalcaba y materializado por Garzón.
El escribiente se esfuerza por descalificar el trabajo de Otegi y sus compañeras y compañeros dando por supuesto que todo lo que dice Garzón en su bodrio es cierto: «La `iniciativa de calado' es una variación más de las que ETA y su brazo político vienen planteando desde hace 30 años y que combinan en distintas proporciones, según la coyuntura, tres elementos: unidad nacionalista, negociación y presión terrorista». ¿Qué «presión terrorista» han perpetrado Miren Zabaleta, Rafa Díez o Arnaldo Otegi?
Luego llega la contradicción flagrante: «en uno de los papeles del auto aparece el reproche de ETA a su brazo político por haber optado para las Europeas de junio por la coalición Iniciativa Internacionalista y no por una encabezada por EA». Y se apresura a aclararlo todo: «Esto último podría interpretarse como síntoma de una cierta autonomía en la práctica, pero el conjunto de documentos incluidos en el auto avalan la hipótesis contraria: ETA plantea, fija el marco organizativo y controla su aplicación. Pero sí modula, seguramente por influencia del frente político, la utilización de la violencia en función de los contactos con las otras fuerzas soberanistas, que para comprometerse exigen el fin de la violencia o al menos el desmarque de ella». O sea, ETA dice lo que hay que hacer y al tiempo critica lo que se hace. ¿Entienden algo?
Y deja para el final el zurriagazo a un sector del PNV: «es incoherente que se sumase a la manifestación del domingo, y que lo hiciera antes de conocer el auto de Garzón, que prueba que la dependencia se mantiene y que los de Otegi no tienen intención de renunciar a una estrategia político-militar en la que ETA se reserva el papel de remover los obstáculos mediante la `pedagogía de la lucha armada'». Y el mismo día, en el mismo «El País» nos contaban que «antes de que se conociese el auto judicial y las razones y pruebas que esgrimía el juez para encarcelarles, el propio ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, mantuvo informados a los dirigentes nacionalistas de los hechos (...)». ¿En qué quedamos?