Sin el poder mediático de los jugadores galácticos, sin llamar mucho la atención y desde las filas de un equipo modesto, Walter Pandiani se ha colado, tras los dos goles marcados el domingo contra el Atlético de Madrid, en la élite de los cazagoles de la Liga de las Estrellas.

Lo ha hecho con 33 años, con un trabajo entregado al bien del colectivo, pero que le está reportando también lucimiento personal en un Osasuna que, con 10 puntos en 7 jornadas, está ya a 3 de los que terminó la primera vuelta la pasada temporada.

El Rifle, con los dos cabezazos frente al club colchonero, en su suerte preferida, ha alcanzado los 5 goles (también marcó contra el Villarreal, Tenerife y Valladolid), los mismos que Messi, Ibrahimovic, Cristiano Ronaldo y Aritz Aduriz, y a uno del pichichi David Villa.

El delantero charrúa se ha convertido en el referente indiscutible de Osasuna, además tras la vuelta de rosca de la pasada temporada, en la que estuvo semiapartado con Ziganda en el banquillo, hasta que Camacho cogió las riendas del equipo tras la sexta jornada. Pandiani, que se quedó en 2 goles en su primera temporada en Iruñea, se reivindicó la pasada campaña con 11 goles que fueron claves para la permanencia del equipo, cuando, curiosamente, también le hizo dos al Atlético en el Calderón en abril.

Si en su primer año en Osasuna prometió 18 goles, en su tercer año se limitó a pronosticar que superaría los 11 goles de la pasada campaña y, al actual ritmo, tiene a su alcance superar los 14 tantos de Iván Rosado de la 2000/01, la mejor marca en la última etapa de Osasuna en Primera desde el año 2000.

Por rachas

Carlos Aranda, autor del tercer gol, recordó que «lo peor que puede hacer un delantero cuando no marca es obsesionarse. Yo creo que eso le pasa a la gente joven, cuando tienes un poco de experiencia todo el mundo entiende que los goles van por rachas y ningún delantero marca en todos los partidos».

Lo sabe bien el malagueño que, a pesar de estrenarse como goleador hace un par de semanas en el Coliseum Alfonso Pérez ante el Getafe, desperdició otras cuatro ocasiones claras de gol. «Unas veces tienes una ocasión y la metes, y otras veces tienes cinco y no metes ninguna».