Amnistía Internacional (AI) reprochó ayer al Estado español hacer «invisible» el racismo, ya que se niega a registrar oficialmente los incidentes y ataques xenófobos que tienen lugar en su territorio. El director de la sección española, Esteban Beltrán, explicó que este Estado figura entre los cuatro únicos países europeos, junto a Polonia, República Checa y Luxemburgo, que no registran este tipo de agresiones.

Según Beltrán, la consecuencia de esa falta de datos es la invisibilidad del racismo, «algunas organizaciones hablan de 4.000 incidentes anuales».

En Europa, millones de personas son discriminadas por su raza, orientación sexual, creencia religiosa o discapacidad; doce millones de ellos son gitanos, la minoría más importante de Europa.