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La Real, a un paso de la primera división

Anoeta se llenará con la ilusión de festejar el ascenso y el campeonato

El estadio de Anoeta se ha quedado pequeño ante la demanda de aficionados realistas que quieren festejar hoy el ascenso a Primera División de su equipo. Para ello le basta con sumar un punto esta tarde ante el Celta o esperar que no gane alguno de los tres equipos que pueden atraparle, pero Martín Lasarte ha querido mentalizar a sus jugadores para alejarse de la euforia que les rodea y salir a obtener la victoria que aseguraría el título de Segunda División.

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Cuadernillo especial
 
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REAL SOCIEDAD-CELTA

Joseba ITURRIA | DONOSTIA

La Real busca esta tarde la victoria que permita garantizar el título de campeón de Segunda División a falta de una jornada. Así celebrará con más entusiasmo aún un ascenso a Primera del que no duda ninguno de los cerca de 32.000 aficionados que se acercarán a un estadio de Anoeta que se ha quedado diminuto para acoger la gran demanda de entradas existente.

Tras su gran victoria de Cádiz y los restantes resultados de la jornada anterior, la Real tiene un 99,96% de probabilidades matemáticas de conseguir el ascenso. Le basta con sumar un punto en alguno de los dos partidos que le quedan -esta tarde ante el Celta o el próximo fin de semana en Elche- o que no ganen sus dos partidos Betis o Hércules o que no se imponga hoy el Levante, que en la última jornada visita al cuadro sevillano. Sólo con que un rival no gane, la Real sube. Incluso si ganan todos, se subiría si el Cartagena vence en sus dos partidos.

Es tan improbable que la Real no ascienda que se habla más de la fiesta que del propio partido, algo que no ha gustado nada a un Martín Lasarte que se ha esforzado en mentalizar a sus jugadores de la importancia de que afronten el encuentro de hoy como hicieron, por ejemplo, el domingo anterior ante el Cádiz. Recordó que la fiesta debe llegar tras el ascenso.

El estadio se llenará y además habrá una pantalla gigante para poder seguir desde sus aledaños el encuentro. Será clave comprobar cual es la mentalización con la que lo afrontan los dos equipos después del intento de Lasarte de recordar a los suyos que no pueden rebajar la intensidad hasta lograr el objetivo y de la difícil situación en la que queda el técnico céltico, Eusebio, tras saber que no seguirá en Vigo.

Para ello el técnico uruguayo decidió concentrar ayer de manera excepcional a los mismos 18 jugadores que convocó para el partido de Cádiz, aunque los demás están citados este mediodía para comer toda la plantilla y poder vivir juntos todo el día.

Con el mismo planteamiento

Lasarte también repetirá la misma alineación de Cádiz salvo sorpresa mayúscula en un partido en el que el objetivo es ganar para acompañar el ascenso del título de campeón de Segunda y dejar una mejor sensación para la fiesta. Porque está tan cerca el ascenso, que ahora ya conseguirlo no es el principal objetivo. A estas alturas lo que pretenden los realistas es festejarlo con un triunfo y un campeonato de Segunda que sólo llegará si los jugadores son capaces de mantener el mismo grado de concentración e intensidad que les ha llevado a ser el mejor equipo de Segunda División.

Porque lo más importante es subir, pero a estas alturas es mejor hacerlo con una buena imagen. No es lo mismo dar inicio a la fiesta con una victoria que con una derrota acompañada del fallo de un rival directo.

La victoria de Cádiz tuvo una importancia mayor por la forma en la que se consiguió, con el mejor partido de la temporada en un momento en el que la presión era tan grande como el calor con el que se disputaba el partido. Poder dar continuidad a ese juego en unas condiciones más favorables -sin tanta presión y con una temperatura más agradable- sería muy bueno y premiaría así a una afición que ha sido clave en la consecución del ascenso, porque la mayoría de los puntos se han logrado en el estadio de Anoeta.

A los 23.000 abonados habituales hoy se sumarán otros 9.000 que han conseguido su entrada tras unas colas que no se habían registrado en el estadio de Anoeta ni en la temporada en la que se clasificó para la Champions en la temporada 2002-03 tras luchar por ganar la Liga hasta la última jornada.

De hecho, fue líder hasta la penúltima, cuando perdió en Vigo ante un Celta que entrenaba Miguel Ángel Lotina y que aquella temporada se clasificó para la UEFA. Los dos equipos han vivido trayectorias muy similares desde entonces. Los dos jugaron la misma temporada la Champions y también bajaron juntos a Segunda en la campaña 2006-07. Los dos tuvieron que acogerse a la Ley Concursal ante la imposibilidad de afrontar sus pagos y la gran diferencia ha estado en la productividad de Zubieta y en el apoyo de la masa social que ha permitido a la Real superar su crisis mientras que el Celta lleva tres temporadas en la zona baja de Segunda con poco más de 10.000 abonados.

El Celta, con bajas

El Celta llegará a Anoeta con las bajas por lesión de Borja Oubiña, Catalá, Dani Abalo y el portero suplente Yoel, quien no superó su dorsalgia, y no formaron parte de la lista por decisión técnica Joselu, Danilo, Botelho, Vasco y Saulo. Por contra, viajaron los jugadores del filial Álex López, Víctor y Sergio Álvarez.

Puede parecer que con estas decisiones el técnico del Celta, Eusebio Sacristán, ha decidido tomarse el partido como día de inventario tras conocer que no será renovado pese a asegurarse la permanencia el fin de semana anterior con la cuarta victorias consecutiva en Balaídos. Pero de todos los jugadores que formaron el once inicial en el último partido ante el Nástic de Tarragona sólo ha dejado sin convocar al lateral Vasco, con lo que mal harán los realistas si piensan que el Celta viene únicamente a cumplir el trámite.

Habrá que ver cómo responde el Celta ante el ambiente que se va a encontrar en Anoeta. Es un equipo que siempre ha querido jugar un fútbol ofensivo y sería extraño que hoy no pretenda lo mismo, algo que conviene a la Real, que tiene más problemas para afrontar planteamientos más conservadores. En ese sentido la predisposición del Celta puede asemejarse a la del Villarreal B del último partido de Anoeta, aunque con una menor calidad. Además, todo el año ha tenido problemas de cara al gol, lo que ha provocado que nunca haya estado en disposición de luchar por el ascenso. Por ello asegurarse la permanencia ha sido su único objetivo.

Sin motivación extra

Lo que no se espera es que el Celta venga primado porque son tan pocas las posibilidades de que la Real no suba que sus tres únicos directos rivales -Betis, Hércules, Levante- y el Cartagena -que en ningún caso puede superar a la Real- destinarán el dinero que puedan reunir para incentivar a los contrarios de estos cuatro equipos y no malgastarán ni dinero ni energías en motivar al Celta.

A la misma hora que se juegue el partido de Anoeta, el Levante (segundo a tres puntos de la Real) recibe al descendido Castellón, el Betis (tercero a cuatro) visita a un Salamanca que necesita ganar para seguir en Segunda, y el Hércules (cuarto a seis) recibe al Rayo. Bueno será que nadie en Anoeta se preocupe de esos tres partidos.

 
REAL SOCIEDAD

Lasarte convocó a los mismos 18 jugadores que en el anterior partido y los concentró de forma excepcional para alejarlos del ambiente de euforia.

CELTA

El cuadro vigués llega con tres jugadores del filial tras anunciarse que Eusebio no seguirá como entrenador y asegurarse la permanencia.