El Ayuntamiento de Barañain se niega a aceptar la petición de un local autogestionado
El alcalde de Barañain se reunió ayer con los jóvenes de Iñurriak. Una reunión que no llevó a ninguna solución, dada la negativa del Ayuntamiento de la localidad a cederles un local gratuito y autogestionado.GARA | BARAÑAIN
Los jóvenes de Barañain se reunieron ayer con José Antonio Mendive, alcalde de la localidad, para llegar a la solución del problema de los locales, que afecta tanto a la juventud como a los diferentes colectivos y grupos sociales del pueblo. El ayuntamiento de UPN, sin embargo, se niega a ceder un local gratuito a los jóvenes, que insisten en la base de que los locales vacíos puedan ser utilizados por los diferentes colectivos del pueblo.
El pasado sábado, el movimiento juvenil dio a conocer el nuevo proyecto de Iñurriak, a través del cual han abierto «un periodo de debate», dándole «nueva forma y cara» al movimiento popular del pueblo. Un proyecto con el que pretenden emplazar al Ayuntamiento a la negociación y a la búsqueda de una «salida conjunta».
Llamaron también a una apertura simbólica del gaztetxe, que fue desalojado el pasado 3 de mayo. Reivindicaron así su derecho a «la disposición de locales públicos para el desarrollo de diferentes actividades». Finalmente, y tras obtener el compromiso del alcalde a escuchar a los representantes, se retiraron del lugar.
Sin embargo, señalaron que «las palabras se las lleva el viento», y que además, con el precedente de los últimos tres años en los que el pueblo sigue sin tener respuesta a la petición de locales, por lo que el domingo, cinco miembros comunicaron el inicio de una huelga de hambre. Así, ayer a las 10.00, comenzaron el ayuno de plazo indefinido, que seguirán tras la respuesta dada por el alcalde.
Frente al inconformismo
Los jóvenes de Barañain, lejos de quedarse en actitud pasiva frente a lo que su localidad les ofrece, están decididos a «darle la vuelta al orden establecido, creando y aprendiendo», en defensa, sobre todo, de un pueblo «plural y participativo». Así, con Iñurriak nace un nuevo proyecto joven, decidido a terminar con «el vacío existente», que «sin duda», dicen, creció con el desalojo del gaztetxe, que cumplía un papel imprescindible en la programación de diferentes actividades fuera de «un control y de un orden».
Dentro de sus objetivos, el primero sería el de conseguir un local donde poder desempeñar las diferentes actividades. Dejan claro además que aunque se trate de un proyecto joven, al mismo tiempo les gustaría compartir con los diferentes colectivos y todas las personas que quieran, y de este modo crear una unión entre el pueblo e Iñurriak. Cambiarían de esta forma la juventud que hoy en día está encerrada en locales o bares «fomentando el individualismo frente al colectivismo y haciendo desaparecer el sentido crítico y dejando paso al conformsmo».
Así, y tras cuatro meses en un proceso de debate, ha nacido Iñurriak, un proyecto amplio con el que poco a poco esperan ir ganando terreno, siempre dispuestos a hablar con el Ayuntamiento. Sin embargo, y cansados por los tres años que la plataforma de colectivos lleva luchando, han decidido ir más allá con la huelga de hambre. Su prioridad en este momento es no quedarse en la calle y, según subrayan, seguirán las movilizaciones hasta conseguirlo.
Desde Inurriak llevarán a cabo diferentes proyectos y actividades, desde fiestas culturales, populares y participativas a diferentes proyectos que anteriormente ya existían como AHTren Aurkako Taldea.