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Crónica | Final de la Púa de Oro

Los maestros Malmsteen, Santana y Satriani inspiraron a los finalistas

La sala Gazteszena del barrio donostiarra de Egia se convirtió la noche del viernes en escenario de una lucha entre cuerdas de guitarra, distorsión y movimientos rápidos de manos en la tercera edición del concurso Púa de Oro Leize Gorria.

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Maddalen LARRINAGA

Diez fueron los finalistas que, tras varias rondas realizadas durante el pasado otoño en el pub Leize Gorria de Donostia, llegaron a la sala Gazteszena dispuestos a embelesar al jurado de la batalla de guitarristas que se celebró la pasada noche del viernes. Borja Mintegiaga, Álvaro Modreyo, Iker Pando, Endika Martínez, Iker González, Ander Doncel (que al final no pudo participar por su reciente rotura de mano), Erik Rodrigues, Xabier Agirrezabala, Joseba Espejo y Juan Carlos Sasso demostraron su talento ante una sala repleta de gente atenta al más mínimo detalle en la ejecución de cada participante.

La noche prometía mucho ruido pero, como empezar en frío es complicado, la organización optó por un pequeño cambio de planes y adelantó uno de los conciertos posteriores para calentar al público allí presente. The Amendoins hizo bien su trabajo animando poco a poco al público con canciones propias y con una versión de la banda sonora de una película de Quentin Tarantino, además de un pequeño homenaje al fallecido Terry Raferty.

La tensión se acumuló al terminar la actuación y Borja Mintegiaga subió al escenario acompañado de varios otros músicos dándole inicio a la final. Su demostración de velocidad con la púa y su composición al estilo de otro gran maestro de la guitarra, Yngwie Malmsteen, consiguió callar a los allí congregados para concentrar toda su atención en su ejecución.

En segundo lugar actuó Álvaro Modreyo, con una composición de rock & roll, y acompañado también por un grupo de músicos. Acto seguido, Iker Pando optó por un sonido más parecido al blues y al de Carlos Santana.

En cuarto lugar, Endika Martínez, veterano guitarrista de Donostia, sorprendió con la banda sonora de la película “El último mohicano” como fondo para realizar una composición propia de corte neoclásica y una templanza sobre las tablas que arrancó grandes aplausos y varios silbidos de aprobación.
Como descanso tras las cuatro actuaciones, el concejal de Cultura del Ayuntamiento, Denis Itxaso, recibiendo abucheos y silbidos entre el público, entregó un premio especial a Sara Grajal y Olaia García, al tiempo que aprovechaba para animar a las chicas a participar en el concurso que cada año tiene mayor afluencia, pero generalmente masculina.

Iker González prosiguió con el concurso optando por un blues del famoso Gary Moore, donde improvisó un solo de guitarra propio. Erik Rodrigues, por su parte, realizó una demostración al estilo de Joe Satriani, que arrancó aplausos y hasta gritos de aprobación por parte del público. Horas después recibiría, en reconocimiento, la Púa de Plata y un multi-pistas –mesa de mezclas que permite grabar– Zoom.

A continuación fue el turno del hernaniarra Xabier Agirrezabala, que sorprendió a los asistentes y al jurado con una interpretación de un arreglo para guitarra clásica y eléctrica de la obra “Canarios”, de Gaspar Sanz, acompañado por los miembros de su grupo Met Heav. Más que una actuación del concurso, el conjunto ofreció un concierto con coreografías entre sus miembros, obteniendo una gran complicidad con el público. Fue tal la originalidad de este chico de 16 años, que lleva ocho tocando, que el jurado, en votación unánime, no dudó en otorgarle la Púa de Oro (de 18 kilates), además de la guitarra Gibson Les Paul que la tienda de música Musikal 72 entregó. Aun así, se pudieron escuchar opiniones contrarias a la decisión del jurado entre los entendidos allí reunidos.

Como últimos participantes, el joven Joseba Espejo saltó al escenario acompañado de varios jovencitos que hicieron las delicias del público a causa de su corta edad, y demostraron que no hace falta tener mucha técnica para arrancar sonrisas de los espectadores. Para terminar con lo que fue el principio de la noche, Juan Carlos Sasso, natural de Argentina, optó por la interpretación de una bossa nova que permitió comenzar con la fiesta y olvidar las tensiones anteriores.

Antes de la entrega de premios, el grupo The Lolas Club puso a bailar y a cantar a todos con su rock & roll al estilo de M-Clan y, después de los premios, con los nervios más calmados, la banda francesa “Gribith brothers and sisters” siguió con la fiesta hasta bien entrada la madrugada.

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