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El Gobierno griego buca suplir la falta de política migratoria con un muro de 12 kilómetros

El Gobierno griego ha informado recientemente de su intención de construir un muro de 12,5 kilómetros en la frontera con Turquía para frenar el flujo de inmigrantes que se adentran de manera irregular en la UE. La oposición ha montado en cólera y ya se han realizado movilizaciones en señal de protesta.

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Ruben PASCUAL

Durante el año 2010, la inmigración perseguida en el seno de la Unión Europea ha descendido en las fronteras de todos los países miembros, según datos aportados por el organismo de fronteras de la UE (Frontex). Solo hay una excepción: Grecia, donde se detectaron cruces en una proporción cinco veces superior a la media.

El hecho de que el Estado español reforzara en los últimos años su vigilancia en la frontera marítima y firmara acuerdos de repatriación con países africanos ha hecho cada vez más apetecible el paso de Evros, que separa a Grecia y Turquía. El año pasado, 128.000 personas pasaron por este enclave. El Ministerio heleno calcula que de promedio ingresan utilizando este río unas 200 personas al día.

Sí es cierto que, para el país heleno, esta cantidad de ciudadanos que buscaban un futuro mejor a través de sus fronteras se habían convertido en un serio problema desde hace tiempo. Incluso se había alertado desde hace meses de la dificultad para poder atenderles o asistirles.

Al parecer, la única vía que ha encontrado el Ejecutivo del socialdemócrata Georges Papandreu para enfrentar esta situación ha sido la idea de levantar un muro de 12,5 kilómetros en la frontera con Turquía para evitar las continuas oleadas de inmigrantes irregulares. Así lo anunció en los primeros días de 2011 el ministro de Protección Ciudadana, Christos Paputsis. «Esta es la dura realidad y los ciudadanos griegos tenemos la obligación de hacer frente a esto», aseguró.

«Gestionar la afluencia»

«En un esfuerzo para gestionar la afluencia de inmigrantes ilegales, estamos procediendo a la instalación de medios para impedir la entrada de ilegales a lo largo de los 12,5 kilómetros de frontera de la tierra en Evros», agregó. La frontera de Grecia con Turquía se extiende en más de 200 kilómetros pero la valla se construirá en la zona por donde la mayoría de inmigrantes pasan «ilegalmente», sostuvieron las autoridades.

La oposición griega reaccionó negativamente a este anuncio y el mismo día varias formaciones saltaron a la palestra para censurar esta decisión gubernamental.

«Con medidas a medias no se resuelven los problemas, y la construcción de un muro en las inmediaciones del río Evros no da una solución», afirmó el portavoz del partido conservador Nueva Democracia, Panos Panagiotopoulos.

El Partido Comunista de Grecia declaró que el proyecto «sólo transforma en más inhumano y sin salida el problema de los indocumentados», añadiendo que «eso no frenará la inmigración masiva, como tampoco lo hizo el muro entre EEUU y México». Precisamente, Paputsis detalló que los planos de la tapia griega toman como modelo el muro entre Estados Unidos y México.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y Amnesty International (AI) también han reiterado en los pasados meses que Grecia debe respetar los derechos humanos de los inmigrantes.

Incluso la Comisión Europea, a pesar de reconocer que la decisión de construir un muro es competencia de los estados, subrayó que este tipo de medidas no ayudará, al menos a largo plazo, a mitigar el problema.

«Barreras y muros se han probado en el pasado como medidas realmente a corto plazo que no ayudan realmente a hacer frente y a gestionar los desafíos migratorios de manera más consolidada y estructurada», explicó el portavoz de Interior del Ejecutivo comunitario, Michele Cercone, que ha insistido en que el proyecto griego de momento se limita a «intenciones».

Paputsis respondió a las críticas diciendo que «es hipócrita» denunciar a por un lado a Grecia por no estar en condiciones de cumplir el tratado de Schengen y al mismo tiempo criticar al gobierno cuando quiere «reforzar la vigilancia de sus fronteras».

El pueblo presiona

Como cabía esperar, la ciudadanía no ha recibido con agrado los planes del Ejecutivo y varias organizaciones humanitarias y de derechos humanos celebraron ayer movilizaciones en Grecia -la Policía cargó en Atenas- y otras capitales europeas.

Además, comités de refugiados y solicitantes de asilo en el país heleno han llamado también a movilizarse ese mismo día ante las embajadas griegas en Europa.

Un grupo de refugiados afganos -algunos llevaban ya 40 días acampados ante la Universidad de Atenas- inició el pasado día 3 una huelga de hambre en una plaza ateniense y se cosieron la boca en señal de protesta.

por día

Según datos del Ejecutivo de Grecia, unas 200 personas se adentran en el país por el río Evros. En 2010, fueron un total de 128.000 inmigrantes.

Turquía no se opondrá a la construcción de la TAPIA en la frontera helena

Turquía declaró la pasada semana que comprende el proyecto de Grecia de erigir un muro a lo largo de la frontera que divide ambos países como fórmula para combatir la inmigración irregular.

«No sería justo llamarlo un muro. No es más que una valla. Hemos discutido esta cuestión y confiamos plenamente el uno en el otro», aseguró el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, en una comparecencia conjunta con su homólogo heleno, Georges Papandreu.

«Las cifras son muy, muy altas y creo que eso es lo que ha tenido una mayor trascendencia», apuntó, a la vez que se dijo impresionado por éstas. R.P.

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