El Aviron se jugaba mucho ante el Connacht irlandés, ya que los labortanos tenían la opción de clasificarse por primera vez para jugar los cuartos de final de una competición europea, pero la noche no fue mágica, ni mucho menos. Los blanquiazules ya sabían que su rival directo, el Harlequins, había ganado por 16-41 en el campo del Cavalieri y no pudieron con esa presión ni con el juego de los irlandeses, que dejaron casi sin opciones al Aviron de Baiona.