CRíTICA cine
«Encontrarás dragones»
Mikel INSAUSTI
El guión escrito y dirigido por Roland Joffé utiliza las lagunas temporales para vaciar el molde de la historia a capricho y levantar un monumento al fundador del Opus Dei resistente a los embates ideológicos, sin que nadie haya querido reparar en ello. Su retrato del joven José María Escrivá de Balaguer se sirve de una perspectiva falseada, como si el franquismo nunca hubiera existido. La recreación de la Guerra del 36 está hecha desde un periodo reciente, mediante la figura imaginaria de un amigo del protagonista que, ya anciano y en su lecho de muerte, rememora aquel pasado.
En las cinco décadas que median entre ambas épocas no parece haber nada, sólo el mayor de los vacíos. De esta manera, se evita consignar el acceso de los miembros de la Obra al poder en plena dictadura, antes de la llegada de la transición y de la santificación de su líder sectario.
Éste es el único motivo por el que “Encontrarás dragones” no es un biopic al uso, reflejando únicamente los aspectos del personaje que interesa potenciar de forma indirecta.
La cada vez más derechizada crítica cinematográfica, ha coincidido en decir que es una película sobre el perdón, sin apostillar que se trata, por supuesto, de la idea de redención cristiana. Los católicos no sólo aplican las ventajas de las confesión a la vida diaria, sino que también se benefician de su efecto retroactivo. Monseñor de Balaguer ya había perdonado a su amigo, pero no está de más que reciba la absolución en última instancia, confirmando que los crímenes del bando vencedor seguirán impunes porque formaban parte de una santa cruzada, no así los de los vencidos.
Entre gotas de lluvia que se convierten en lágrimas de una Virgen de piedra abatida por los rojos y otras infaustas imágenes del cine de estampita, la película acaba colándose en la era de la tolerancia, y hasta los hay que afirman que Joffé ha sabido no caer en el discurso frentista, como si con su épica maniquea no bastara para asegurar el triunfo del Bien sobre el Mal.
