Los jubilados de Nafarroa sacan tarjeta roja a los políticos frente a Diputación
La Asamblea de Pensionistas Carlos III hizo entrega ayer en Diputación de una carta crítica con el Gobierno, a quien hace responsable de la crisis económica y política en Nafarroa. En un acto simbólico, los concentrados sacaron a los políticos una tarjeta roja por su mala gestión.
Aritz INTXUSTA | IRUÑEA
La Asamblea de Pensionistas Carlos III se concentró ayer a las puertas de la Diputación para censurar su gestión y entregar una carta al presidente saliente, Miguel Sanz, en la que le recordaban que subió al poder en unas elecciones ilegítimas, donde no se pudo votar a todas las opciones políticas. Los jubilados recibieron el apoyo de la asamblea de parados de Nafarroa, que se sumó a la idea de mostrar una «tarjeta roja a los políticos» por la andadura de los últimos cuatro años.
Detrás de dos pancartas, unas sesenta personas levantaron enormes tarjetas de color rojo cada vez que el portavoz de la protesta enumeraba un desmán perpetrado por la Administración, como el hecho de que las pensiones se hayan congelado mientras los precios siguen creciendo o las innumerables concesiones de ERE. Según denunciaron, en la última legislatura los pensionistas han perdido hasta un 10% de su poder adquisitivo. También acusaron al Ejecutivo de UPN de privatizar el sector de los servicios sociales, entregando el entramado residencial a entidades privadas que, además, están precarizando las condiciones laborales de los trabajadores.
«La pobreza, la palpamos», destacaban en su carta los jubilados, que denuncian verse impelidos a «ser el colchón de ayuda (en dinero, tiempo y vivienda) para nuestros familiares cercanos». Criticaron la reducción drástica del dinero que se destina a Sanidad, mientras que el Gobierno navarro usa «con facilidad el dinero que no es suyo» para las obras del TAV, Itoitz o el circuito de Los Arcos, que calificaron de «faraónicas»
La protesta estuvo respaldada por la Asamblea de Parados de Nafarroa, que se manifestaron codo con codo con los jubilados reclamando el «suspenso» al Gobierno. «Les damos un suspenso por no querer afrontar y resolver los problemas económicos de la mayoría navarra», enfatizaron.
Durante la protesta, que duró una media hora, se utilizaron silbatos para hacer ruido y se procedió a la lectura de un poema de denuncia social. La carta al presidente pudo entregarse con normalidad, pero los convocantes tenían serias dudas de que Sanz les responda.