El movimiento palestino de resistencia Hamas considera que Occidente no puede ignorar la esperanza de normalización surgida entre diferentes grupos palestinos, y llamó a la «comunidad internacional» a que inter- venga para poner fin al aislamiento al que Israel somete al pueblo de Gaza.

«Queremos abrir una puerta a Occidente con el fin de emprender un diálogo y para que nos puedan entender mejor», explicó Ghazi Hammad, responsable de Asuntos Exteriores del Gobierno de Hamas. «La política de aislamiento contra Hamas no traerá estabilidad a esta región. Tienen que tener en cuenta que Hamas forma parte de la comunidad palestina», agregó.

Ghazi Hammad hizo hincapié en el hecho de que hace varias semanas que no se lleva a cabo ningún ataque por parte de milicias palestinas, dada la tregua establecida por Hamas hace unas semanas después de meses de enfrentamientos. El primer ministro gazatí, Ismail Haniyeh, del movimiento islamista, conminó ayer a sus bases a dejar de lado los combates y unirse «a esta ocasión histórica», refiriéndose al acuerdo alcanzado anteayer con al-Fatah y al que se han sumado también el resto de facciones de la resistencia palestina.

En ese sentido, el presidente de la Autoridad Palestina (ANP), Mahmud Abbas, también aseguró que «no es que el acuerdo vaya a perjudicar las relaciones entre Israel y Palestina, si no que las va a impulsar».

La rabieta de Netanyahu

El acuerdo sellado entre Hamas y al-Fatah y auspiciado por representantes egipcios, ha sido duramente criticado por Israel, que considera a Hamas, al igual que lo hacen Washington y Bruselas, un grupo «terrorista».

Ayer mismo, el primer ministro hebreo, Benjamin Netanyahu, subrayó que «las negociaciones entre las dos partes (ANP e Israel) se efectuarán cuando los implicados así lo crean conveniente, y no mediante una imposición de la ONU». Respondió así al presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien en una reunión mantenida en París propuso al mandatario israelí la opción de celebrar en junio «una verdadera conferencia política internacional» para la reactivación del diálogo.

Sarkozy ya amenazó hace unos días con admitir la constitución del Estado palestino si no se relanzaban las negociaciones; pero según aseguró ayer Netanyahu, el mandatario francés mantiene la exigencia, indispensable para los israelíes, de que los palestinos reconozcan a Israel como «el Estado del pueblo judío», algo a lo que los palestinos se oponen.