Haciendo un juego de palabras con la tromba de agua que cayó ayer a la tarde en la capital guipuzcoana, se puede decir que el GBC no hizo aguas en el Donostia 2016 Arena. Todo lo contrario, ya que pudo brindar una brillante victoria a sus aficionados en el último partido jugado en casa esta temporada.

Cabe resaltar que la tarea se complicó nada más comenzar el encuentro. En el primer cuarto los locales tuvieron que ir por detrás en el marcador, gracias a los seis puntos de Adam Chubb y la buena muñeca de Quinteros.

La cosa cambió por completo en el segundo período. La entrada de hombres como Lander Lasa -jugó a penas un minuto y medio en el primer cuarto- y Freimanis dio una importante frescura al equipo. De hecho, el primero anotó seis puntos, mientras que el segundo llegó al descanso con cinco anotaciones.

Por su parte, Baron se encargó de dejar el marcador en un 43-35 con un triple. El juego de Javi Salgado también tuvo mucho que decir. El base de Santutxu se fue a vestuarios con ocho puntos y una valoración de 14 -24 al final del partido- en su cuenta particular. Fue probablemente el mejor encuentro del vizcaino esta campaña.

Humilde reacción visitante

Una mínima reacción visitante se pudo ver al comienzo de la segunda parte. Pero sólo fue un espejismo porque los donostiarras comenzaron a finar la puntería a partir del minuto 23, con una canasta de dos de Miralles. El recital de anotaciones local no paró hasta el final.

Como dato, cabe resaltar que por primera vez este año todos los jugadores locales anotaron alguna canasta y cinco de ellos fueron valorados por encima de 10. Sin duda, el jugar en equipo deparó un final más que feliz.