Bernardo Atxaga, Javier Marías y la editorial Itxaropena fueron ayer los protagonistas de la IV Noche de la Edición de Euskadi celebrada en el hotel Carlton de Bilbo, donde recibieron los premios Argital en reconocimiento a su trayectoria. La gala, presentada por Terese Mendiguren y Félix Linares, contó con actuaciones de Kepa Junkera -con la txalaparta y la trikitixa-, un recital de poesía de Miren Agur Meabe y la demostración de la kaxarranka lekeitiarra.

Pello Unzurrunzaga fue el encargado de recoger el galardón en representación de la editorial Itxaropena. Su abuelo Patxi la fundó en 1932 en Zarautz. «La creó para conservar la cultura vasca y continuó honradamente con su labor, incluso en los difíciles años que vivió el euskara. En esa labor reside su mérito», dijo. Añadió que «al recibir el premio estamos recogiendo lo que sembraron nuestros antepasados» y terminó dedicando un «agur eta ohore» a su abuelo, a su padre y a todos los que han trabajado en favor del euskara.

Bernardo Atxaga y Javier Marías también tuvieron palabras de agradecimiento para los editores y los asistentes al acto, en el que participaron, entre otros, miembros de Euskal Editoreen Elkartea, presidentes de la Federación de Gremios de Editores, Federación de Cámaras del Libro, de Asociaciones de Distribuidores, de CEGAL, de CEDRO, Gremio de Editores de Madrid, Cataluña, Galicia, Andalucía, Federación de Asociaciones de Libreros, además de numerosos escritores.

Reivindicaciones del sector

Los editores reunidos ayer no dejaron pasar la ocasión para hacer un pequeño repaso a la situación actual del gremio de los libreros y para reivindicar sus derechos. El presidente del Gremio de Editores Vascos, Javier Gogeascoechea, quiso recordar que «el sector del libro sufre una doble agresión: la piratería por un lado, y el ataque al canon y a la copia privada». En este sentido, añadió que «nosotros defendemos el canon pero estamos abiertos a cualquier alternativa. El problema es que no se ofrece ninguna».

También aprovechó la ocasión para denunciar que «la crisis ha mermado nuestras cifras con la reducción de asignaciones para las bibliotecas municipales». «Siempre es la primera que se reduce, algo poco progresista», consideró.

Por su parte, Josu Leguina, presidente de la Cámara del Libro, advirtió de que «con la cultura no se juega», y agregó que ésta «junto a la educación, conforma uno de los pilares más importantes de nuestra sociedad». Recordó, además, que «la compensación por la copia privada es un derecho y que, sin contenidos, la tecnología no tiene utilidad».