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Persecución al independentismo

El Arenal se transforma en la Plaza Tahrir de miles de ciudadanos vascos

Miles y miles de voces pidieron ayer en las calles de Bilbo e Iruñea democracia para el país y exigieron que todos las opciones políticas estén representadas en sus instituciones. Sin duda, la concurrida marcha de la capital vizcaina muestra la voluntad de la ciudadanía vasca por luchar por un escenario democrático por encima de los vetos de Madrid.

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Agustín GOIKOETXEA-Aritz INTXUSTA

Mientras los magistrados del Constitucional se reunían en Madrid para resolver el recurso presentado por Bildu contra el veto impuesto por el Supremo a su concurrencia en las elecciones del 22-M, Bilbo era escenario de una gran movilización exigiendo elecciones democráticas y el fin de las ilegalizaciones. Pero no fue una manifestación al uso, ya que una vez en El Arenal muchas de las miles y miles de personas que acudieron se sentaron y transformaron los céntricos jardines en la versión vasca de la Plaza Tahrir, donde una y otra vez, en diversos formatos, se reivindicó libertad y democracia para Euskal Herria.

La marcha partió minutos después de las 20.00 de las cercanías del Sagrado Corazón y al instante de que se desplegara la pancarta con el lema ``Hauteskunde demokratikoen alde-Ilegalizaziorik ez!'', portada por candidatos de Bildu, ya eran miles las personas que se situaban tras ella, portando carteles con el motivo de la convocatoria.

En primer término, portavoces habituales de la coalición como Pello Urizar, secretario general de EA; Oskar Matute, de Alternatiba; o el candidato por Gipuzkoa Martin Garitano. Detrás, miles y miles de personas, entre las que se encontraban amplias delegaciones de la izquierda abertzale, con Tasio Erkizia, Niko Moreno, Marian Beitialarrangoitia, Miren Legorburu o Arantza Urkaregi; y de Eusko Alkartasuna, con caras conocidas como Ikerne Badiola, Santi Merino, Rafa Larreina, Unai Ziarreta o el parlamentario en Gasteiz, Juanjo Agirrezabalaga. También hubo nutridas representaciones de la mayoría sindical vasca, así como el secretario general de CCOO-Euskadi, Unai Sordo, y su compañero Jesús Uzkudun. Junto a ellos estuvo el coordinador de Lokarri, Paul Ríos

Pero por encima de los nombres, los protagonistas fueron las mujeres y los hombres que comenzaron la marcha por el eje comercial y de negocios del Botxo al grito de «Independentzia!», al que siguieron otros como ``Bildu aurrera'', ``demokrazia Euskal Herriarentzat'', ``Jo ta ke irabazi arte'' o ``Euskal Herria aurrera''. Mientras los neones de la ``milla de oro'' de la capital vizcaina iban disminuyendo su intensidad, la calzada era ocupada por ciudadanos sedientos de libertad que desean contar con una candidatura que les pueda representar en las instituciones y que no sea perseguida por los instrumentos represivos del Estado español.

Metro a metro, la manifestación alcanzó El Arenal, espacio que muchos habían definido como la versión vasca de la Plaza Tahrir, el punto neurálgico de las revueltas en Egipto y que desde ayer tiene una sucursal en Euskal Herria. Costó que los presentes se sentasen en el suelo, pero lo hicieron unas cuentos miles mientras otros eligieron los bancos y otros -por el problema de no poder disponer de un transporte público con horarios que atiendan las necesidades de los ciudadanos- tuvieron que marchar a casa.

Antes, Pello Urizar y Oskar Matute, acompañados de Aitziber Ibaibarriaga y Martin Garitano, informaron de que el Pleno del Constitucional debatía el recurso y que aún había que aguardar al desenlace. Ya les había prevenido también el escritor Lutxo Egia, que anunció que era difícil expresar lo que ya se vivía en la tensa espera.

Por ello, Urizar y Matute trataron de explicar «la situación de verdadera emergencia democrática» que padece Euskal Herria y cómo los miles de vascos que se movilizaban en Baiona, Iruñea y la propia capital vizcaina reclamaban «al Tribunal Constitucional que no consume este atropello totalitario contra Euskal Herria». «Como en los días anteriores, hoy desde Bilbo y desde Iruñea, les decimos que, sea cual sea la sentencia del Tribunal Constitucional, no podrán parar a este pueblo ni impedir que el proceso continue», declararon.

«Euskal Herria se merece un escenario democrático y su materialización es un objetivo inaplazable. Por eso -añadió Matute-, decimos que, sea cual sea la sentencia, no podrán parar a este pueblo ni pedir que el proceso continúe. Ante un ataque de esta magnitud a los derechos fundamentales de las personas y de un pueblo a decidir libremente su representación institucional en las urnas, la apuesta de la coalición cobra más sentido si cabe».

Baiona

La concentración que se había convocado a las 19.00 ante el Consulado español en Baiona fue breve y transcurrió sin más incidentes que la habitual vigilancia policial. Aquí se dieron cita medio centenar de personas; entre ellas representantes de Batasuna, EA, AB y LAB. Mattin Etxepare, secretario general de Eusko Alkartasuna Iparralde, leyó una carta que había sido entregada por la mañana en el propio Consulado por su compañero de partido Manex Pagola. En la misiva se denunciaba lo ocurrido con Bildu y se exigía que el Estado español respete los derechos políticos.

Iruñea

A partir de las 19.3o, decenas de personas comenzaron reunirse en la plaza del Ayuntamiento iruindarra; pronto fueron cientos y tuvieron que apiñarse ante la escasez de espacio físico. Al final, se sentaron menos de la mitad. De haberlo hecho todos, no hubiese habido superficie suficiente.

Un micrófono se puso a disposición de quien quisiera, para recoger ideas con las que combatir las carencias democráticas del Estado español. Se podía hablar en público o rellenar unas papeletas, porque el foro imponía. Así llegó la idea de escribir con tiza en suelos y paredes «de la gris Iruñea» consignas en favor de la ilegalización. Dicho y hecho, varias cajas de tizas se repartieron entre los presentes y el suelo de la plaza del Ayuntamiento comenzó a llenarse de términos como «Amnistia», «No al TAV» o «Rubalcaba kanpora».

Entre los rostros conocidos que se sumaron a la propuesta se encontraban los cabezas de la lista de Bildu al Parlamento navarro, Bakartxo Ruiz y Maiorga Ramírez-, que fueron quienes anunciaron en la calle que el debate subía al Pleno del Constitucional. También se sentaron Txelui Moreno, de la izquierda abertzale, y María Luisa Mangado (EA), además de sindicalistas como Xabier Barber e Igor Arroyo. Este último, anunció que Rubalcaba llega esta tarde a la ciudad. Será en el Labrit y la Policía española ha puesto pegas para la concentración ruidosa desde la calle Hemingway. Pretenden trasladarla a la plaza del Castillo. Arroyo anunció que también recurrirán esa prohibición.

Las movilizaciones se repiten fuera de Euskal Herria

Colectivos políticos y sociales que apoyan la legalización de las candidaturas de Bildu convocaron concentraciones durante la tarde de ayer en distintos puntos de Europa. En la plaza Sant Jaume de Barcelona, lo hicieron siguiendo el llamamiento de Amics i Amigues d'Euskal Herria, mientras que en la localidad valenciana de Burjassot se movilizaron a convocatoria de Endavant y Euskal Herriaren Lagunak. En Zaragoza la iniciativa fue de la Coordinadora por o Dialogo y a Negociación d'Aragón.

En Dublín hubo concentración por la tarde. Mañana se hará en Edimburgo, a las 14.00.

En Madrid fue prohibida la concentración ante la sede del Constitucional que había sido convocada a través de las redes sociales. GARA

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