Rebelión en Musikene contra la dirección designada por Isabel Celaá
El conflicto que el Centro Superior de Música de Euskal Herria, Musikene, lleva arrastrando cerca de 18 meses se ha visto agravado estos últimos días con la dimisión de un total de trece miembros de su equipo docente. Piden la sustitución de sus máximos dirigentes, la del director académico, Juan Carlos Pérez, y la de la coordinadora general, Carmen Rodríguez Suso, ya que en su opinión es «ineludible» e «indispensable» para recuperar el prestigio del centro.M. LARRINAGA | DONOSTIA
Al cabo de varios meses de silencio que hacían suponer que el conflicto de Musikene se había apaciguado, la realidad demuestra que ha sucedido todo lo contrario. Portavoces del equipo directivo dimitido (2 de los 3 subdirectores y la secretaria académica), del profesorado y del alumnado comparecieron ayer ante la prensa para explicarse y atacar de forma directa tanto a la coordinadora general, Carmen Rodríguez Suso, como al director académico, el ex Itoiz Juan Carlos Pérez. La consejera de Educación, Isabel Celaá, tampoco escapó de las críticas, ya que, en opinión de los comparecientes, el cambio y la crisis creada en este prestigioso centro de enseñanza son «una ineludible responsabilidad» de la consejera.
Rodríguez Suso, musicóloga y miembro del Patronato de la Fundación Musikene desde sus inicios, fue colocada en el cargo de coordinadora general por Celaá en octubre de 2009 para «racionalizar» el gasto del centro. Entre las razones aducidas, las duras acusaciones al anterior equipo directivo por una supuesta gestión nada clara del presupuesto. Pero la entrada de Rodríguez Suso ha concluido con la dimisión de la mayoría del equipo docente. Su gestión está siendo, dijeron, «unipersonal y despótica» y las decisiones del profesorado y el equipo directivo fueron manipuladas tras reunirse con ella.
Y es que, además de ocuparse de la gestión, la coordinadora parece que no ha dudado en meter mano en el funcionamiento de Musikene haciendo recortes en clases optativas, magistrales o proponiendo sustituir las clases individuales instrumentales por grupales. Según explicó Marta Zabaleta, profesora de piano y portavoz del profesorado, Rodríguez Suso alegó que la enseñanza individual es «decimonónica y está obsoleta». «Al igual que no acuden cinco personas a una consulta médica, no podemos dar clase a cinco pianistas a la vez», declaró Zabaleta.
Además, el pasado verano hubo 27 despidos justificados con el recorte de gastos, pero, en opinión de los ayer reunidos, fueron «venganzas», ya que los despedidos eran los principales opositores a Rogríguez Suso.
Los dimisionarios hicieron un llamamiento ayer «a las instituciones, responsables políticos, a los partidos que los sustentan y a la sociedad en general» para que contribuyan a adoptar «las medidas radicales que se necesitan para lograr que Musikene vuelva a ser un referente de calidad en el sector de las enseñanzas musicales», ya que el actual equipo ha demostrado «hasta la saciedad su incapacidad para llevar a cabo una gestión competente, honesta y responsable». Los alumnos, por su parte, tacharon a Celaá de «cómplice del desmantelamiento» del centro.
Cabe destacar que los dimisionarios se reunieron con Juan Carlos Pérez en abril para discutir sobre la situación creada y éste les ofreció todo su apoyo. Pero, misteriosamente, una semana después, Pérez defendía ante ellos que no había ningún problema en el centro.
El principal problema de este «régimen autárquico» es, según destacó Margarita Lorenzo, ex subdirectora de Ordenación Académica, la inexistencia de un modelo de enseñanza «claro», «imprescindible» para mantener el status de un centro que era considerado «puntero» antes de Rodríguez Suso.