La asamblea de trabajadoras de los comedores escolares decidió ayer al mediodía continuar con la huelga convocada por LAB, ELA y UGT con lo que será la cuarta semana consecutiva, debido al «inmovilismo patronal» y a «la falta de responsabilidad demostrada por el Departamento de Educación del Gobierno».

Las representantes sindicales Zuriñe Andrés (LAB) y Noemi Etxebarria (ELA) indicaron que «hemos solicitado reuniones urgentes con la asociación de padres EHIGE y con el Gobierno vasco». A ambos comunicarán esta próxima semana que «no nos negamos a una mediación, pero la solución es la negociación, porque sin voluntad de negociación no hay mediación posible», precisaron ambas.

En la plaza del Teatro Arriaga de Bilbo, las trabajadoras se concentraron para demostrar que se encuentran fuertes y que de esta huelga sólo se sale con un acuerdo entre las partes. Reclamaron un convenio justo, ya que llevan tres sin renovarlo, y advirtieron que «nosotras hemos realizado rebajas en nuestras pretensiones, que la patronal se niega a tomar en consideración».

Conflicto irresuelto

Zuriñe Andrés y Noemi Etxebarria explicaron en ese escenario bilbaino que «la patronal se mantiene en sus planteamientos iniciales, es decir se niega a negociar, y sólo nos plantea el arbitraje como un elemento definitivo».

Por esa razón, las trabajadoras decidieron en asamblea «rechazar el sometimiento del conflicto a esa decisión del arbitraje» y sostuvieron que «la mesa de negociación no está rota». En este caso, conminaron al Gobierno de Gasteiz y a los padres y madres de los escolares a que exijan a las empresas Auzolagun, Gasca, Baska, Eurest, Tamar, Magui y Cocina Central Goñi que «negocien» y que «se dejen de poner tiritas a un conflicto que lleva años irresuelto».

Zuriñe Andrés, representante de LAB, mostró que el sector de comedores escolares es un «sector mayoritariamente femenino, casi el 98% del colectivo está compuesto por mujeres» y advirtió que es «muy precario». De hecho, la jornada diaria de contratación se encuentra entre las dos horas y las dos horas y media. «Dada la realidad del sector, el tipo de contrato es fijo discontinuo, por lo que todos los años, durante dos meses y medio pasamos al desempleo para, en setiembre, volver a ser contratadas por las mismas empresas subcontratistas».

Es por ello que insisten en que «la inestabilidad laboral es la base de este sector, ya que dependemos de unos ratios, por lo que desconocemos las condiciones con que nos vamos a incorporar en setiembre, al inicio de curso con dos, una, o una hora y media de contrato».

Las trabajadoras de los comedores escolares explicaron ayer estos pormenores, como reconoció Noemi Etxebarria, representante de ELA, para que «se conozca la realidad de este sector precarizado, porque oyendo las declaraciones del Gobierno de Gasteiz y las notas de la patronal parece que somos unas privilegiadas que, desde luego, no es así». Así, las representantes sindicales dijeron que «en cada curso nos aprietan más, nos reducen más, aún habiendo más comensales en los comedores. Llegan, incluso, a darnos reducciones de jornadas de cuatro minutos al día», precisaron.

ELA, LAB y UGT insistieron ayer en que «ya hemos renunciado a algunas reivindicaciones; la patronal, no».