Portland consigue permiso para incinerar pese al rechazo en Sakana
La decisión del Gobierno de Nafarroa de permitir a la cementera Portland de Olazti quemar biomasa como combustible ha alertado a los vecinos de Sakana, que consideran que se ha permitido, por la puerta de atrás, la instalación de la primera incineradora de Nafarroa.
Sakana Bizirik, la plataforma surgida para denunciar la puesta en marcha de la incineradora, considera que con el permiso otorgado «se ha puesto la primera piedra» para que en Nafarroa se quemen residuos y alertan de que son múltiples los informes que advierten de los riesgos para la salud que provoca esta instalación.
Destacan que la quema de biomasa es sólo un primer paso para introducir posteriormente otro tipo de residuos. Así, recuerdan que la empresa FCC es la principal accionista de la cementera Portland y que dispone de numerosas concesiones para la recogida y tratamiento de basuras. En Iruñerria, sin ir más lejos.
Junto a ello, señalan que con la biomasa no se puede garantizar un suministro constante para alimentar las necesidades de la cementera, por lo que el siguiente paso en este proceso es la quema de residuos urbanos. De esta forma se caería el argumento medioambiental de que el uso de la biomasa permitirá reducir el empleo de hidrocarburos, ya que la quema de estos residuos provoca emisiones nocivas para la salud.
Desde la empresa se ha insistido en que la fábrica de Olazti es la única de las ocho del grupo en las que no se queman residuos y se ha utilizado este argumento como amenaza de que no se realizarían las inversiones previstas si no se aprobaba la incineradora y de que la propia viabilidad de la planta estaba en el aire. Todo ello en una comarca fuertemente castigada por el paro y las deslocalizaciones. Sin embargo, desde Sakana Bizirik destacan que en otras plantas de Portland también ha habido oposición a la puesta en marcha de incineradoras de este tipo.
Junto a ello, recuerdan que la autorización del Gobierno de Nafarroa se ha aprobado sin el visto bueno del Ayuntamiento de Olazti, cuyo arquitecto municipal emitió un informe totalmente negativo. A pesar de que el permiso del Ayuntamiento es preceptivo para una autorización de este tipo y no existía este trámite, el Gobierno navarro ha decidido permitir que la empresa siguiera adelante con sus planes.
De hecho, según relató ayer a GARA el alcalde de Olazti, Juan Zufiaurre, en el Ayuntamiento se han enterado de que Portland podrá poner en marcha su incineradora a través de los medios de comunicación, antes de que se lo notificasen oficialmente.
Zufiaurre critica el oscurantismo con el que el Gobierno de Nafarroa ha actuado en este caso, ya que a pesar de que han solicitado en repetidas ocasiones que les facilitasen el expediente, no han recibido respuesta desde Iruñea.
El alcalde de Olazti y la plataforma Sakana Bizirik coinciden a la hora de señalar que la ubicación de la planta de Portland es completamente inadecuada para instalar una incineradora. «De hecho, con la ley actual la fábrica no podría estar ahí, tan cerca de una población», destaca Zufiaurre.
Así, señalan que la planta se encuentra en un valle cerrado, con unas condiciones meteorológicas que provocan que muchos días del año las chimeneas no tengan tiro. Además, se ubica a escasos metros de una población como Olazti, con unos 1.800 habitantes y situada al otro lado de la carretera A-I, y está rodeada por tres parques naturales. Junto a ello, se encuentra a apenas cinco kilómetros del embalse de Urdalur, que abastece de agua a toda Sakana.
A todo ello, hay que añadirle los riesgos que suponen para la salud las incineradoras. «Miles de médicos han advertido de los peligros que entraña una actividad de este tipo por la constatación de cánceres y otras enfermedades que se dan cerca de las instalaciones de incineración de residuos», destaca Sakana Bizirik, que añade que la puesta en marcha de esta infraestructura supondría un golpe para otras actividades económicas de la zona basadas en los recursos naturales o el turismo. «Es evidente que hay riesgos para la población. No nos tranquilizan los publirreportajes que elaboran el lobby de las cementeras y la prensa provincial. Nos fiamos más de los informes que han elaborado Greenpeace, Ecologistas en Acción o Sakana Bizirik», destaca Zufiaurre.
La puesta en marcha de la incineradora en Olazti es la historia de numerosas presiones que desde el ámbito político, sindical y empresarial han sufrido los habitantes de Sakana. Portland amenazó con cerrar la fábrica si no se le daba permiso para incinerar. El secretario general de UGT de Nafarroa, Juan Goyen, declaró hace apenas dos semanas en Altsasu que «los sindicatos nacionalistas» y el Ayuntamiento de Olazti estaban «saboteando» los planes de Portland y que el «futuro de la planta estaba en entredicho».
La propia Yolanda Barcina (UPN) acudió a la planta de Portland en campaña electoral para lanzar el mismo mensaje: que la crisis en Sakana era culpa de los abertzales. También Roberto Jiménez, candidato del PSN, acudió a la planta de Olazti para reunirse con los directivos de Portland. Actualmente, la empresa emplea a 160 trabajadores, de los que 49 residen en Olazti. Una herramienta muy fuerte de presión.
Sin embargo, en las elecciones municipales, Bildu, que rechaza la incineradora, ha logrado mayoría absoluta en Olazti con el 49,93%. Una prueba de que no quieren malos humos.
Martxelo DÍAZ